Actualizado a las 19:27 CDT, 1 de julio de 2024
FRANCFORT, Alemania (AP) — Nadie genera tanto dramatismo en el fútbol internacional como Cristiano Ronaldo.
Portugal se dirige a unos cuartos de final de gran éxito contra Francia en el Campeonato Europeo después de que su capitán estrella generara una audiencia cautivadora en el centro del escenario durante la victoria sobre Eslovenia el lunes.
Ganar una tanda de penaltis por 3-0 después de un partido 0-0 contra el equipo número 57 del ranking mundial de fútbol puede no parecer mucho.
Pero hubo lágrimas, muchas, de Ronaldo; una disculpa en forma de oración a sus fanáticos, quienes respondieron con adulación; gestos extravagantes con los brazos en señal de enojo, frustración y exasperación; oportunidades desperdiciadas y negadas para hacer más historia en el torneo; un renovado duelo con un viejo portero rival; y, finalmente, redención y victoria.
La madre de Ronaldo estaba en el estadio y las imágenes de televisión la mostraron llorando también después de que él fallara su penal.
“A veces es difícil marcar penaltis”, dijo Ronaldo a la cadena portuguesa RTP después del partido, emocionándose de nuevo. “He marcado más de 200 penaltis en mi carrera. A veces es un desastre”.
Aún así, el último acto del espectáculo del lunes le dio a Portugal lo que necesitaba.
«Mostramos el entusiasmo que tenemos para seguir jugando, para divertirnos, para dar alegrías a la afición y ya está, esta es nuestra vida», dijo una vez finalizado todo, cerca de la medianoche en Frankfurt.
Ronaldo, de 39 años, llegó al partido de la Eurocopa 2024 sin marcar.
El momento en el que seguramente se convirtió en el jugador de mayor edad en marcar en una fase final de una Eurocopa llegó en el primer periodo de la prórroga, en el minuto 105, después de fallar cinco o seis de las oportunidades que más le han gustado en los últimos 20 años a este nivel.
A Portugal se le había concedido un penalti y Ronaldo dio un paso adelante para marcar lo que podría haber sido el gol decisivo.
En lugar de eso, el portero esloveno Jan Oblak, un viejo rival de su época cuando jugaban en la liga española de fútbol en Madrid, se lanzó a la izquierda para desviar el tiro bien ejecutado hacia un poste y alejarse hacia un lugar seguro.
Las lágrimas brotaron de los ojos de Ronaldo y no tardaron en brotar durante el descanso previo al inicio de la segunda parte de la prórroga. Sus compañeros lo consolaron, le besaron la frente y lo animaron a seguir adelante.
La prórroga también acabó 0-0 y cuando empezó la tanda de penaltis, el primer lanzamiento de Eslovenia lo detuvo el portero portugués Diogo Costa.
Ronaldo se acercó a una multitud de aficionados portugueses y colocó el balón perfectamente bajo, más allá de Oblak, que se lanzó hacia su derecha.
Ronaldo miró a los aficionados con aire de disculpa y juntó las manos como si estuviera rezando. Los hinchas respondieron con un grito de “Siuuuu”, el grito característico de su ídolo futbolístico.
“Tenía claro que tenía que ser el primero en lanzar los penaltis y mostrarnos el camino de la victoria”, afirmó el seleccionador portugués Roberto Martínez. “La vida te da momentos difíciles y la forma en que reaccionó nos llena de orgullo”.
Costa respondió a las plegarias del resto de aficionados con una tanda de penaltis tan buena como cualquier portero podría haber hecho.
Detuvo los tres tiros de Eslovenia a Josip Ilicic, Jure Balkovec y Benjamin Verbič. Luego también lloró.
Bruno Fernandes y Bernardo Silva también marcaron para Portugal y sellaron la tanda de penaltis por 3-0 con dos tiros de sobra.
“Estaba triste y ahora estoy muy contento. Esto es lo que te da el fútbol”, dijo Ronaldo en una entrevista posterior al partido. “No se puede explicar”.
Portugal se enfrentará a Francia en los cuartos de final el viernes en Hamburgo, una revancha de la final de 2016 que Portugal ganó en París después de que Ronaldo abandonara el partido por lesión al principio del partido.
“Todos sabemos que Cris es el que más trabaja. Entiendo lo frustrado que está”, dijo Costa. “Para mí es un honor jugar en el mismo equipo”.
El duelo personal entre Ronaldo y Oblak ya había sido memorable en el tiempo reglamentario.
Fueron unos primeros 90 minutos intensamente frustrantes para Ronaldo, con tres tiros libres, dos saltos de cabeza mal sincronizados y una oportunidad de oro para marcar con su primer disparo claro en juego abierto.
Fue en el 89, cuando se marchó sin marca y el balón le llegó perfecto. El disparo con la zurda fue bajo y potente, pero el bloqueo de Oblak fue mejor.
El mejor de los tiros libres de Ronaldo fue un potente disparo directo hacia Oblak en el minuto 55, que el alto portero se agachó para desviar con fuertes manos.
El intenso drama de la superestrella de Portugal casi eclipsó la problemática noche de la estrella emergente de Eslovenia.
Benjamin Šeško tuvo ocasiones de ganar el partido en los minutos 62 y 115, enfrentándose uno a uno con Costa tras superar al defensa Pepe, de 41 años.
El primero fue un disparo débil que se fue desviado, y el segundo fue potente y preciso, pero fue salvado por la bota extendida del portero.
Así se jugaron los penaltis, como en las semifinales de la Eurocopa 2012, cuando España venció a Portugal antes de que Ronaldo, que era el quinto lanzador previsto, tuviera siquiera la oportunidad de dar un paso al frente.
Tal como sucedió cuando el Real Madrid de Ronaldo y el Atlético de Madrid de Oblak se enfrentaron en la final de la Liga de Campeones de 2016. En ese entonces, Ronaldo convirtió el quinto y decisivo penalti ante Oblak para ganar el título.
Portugal sigue compitiendo para recuperar el título europeo que también ganó en 2016, a expensas de una admirable selección de Eslovenia que estaba prácticamente invicta después de empatar sus cuatro partidos en la Eurocopa 2024.
“Sus emociones demuestran respeto por Eslovenia”, dijo el entrenador Matjaž Kek sobre Ronaldo, “y eso es con lo que estoy contento”.
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Eurocopa 2024 de la AP: https://apnews.com/hub/euro-2024
