Ismael Mario Zambada García, líder histórico del cartel de Sinaloa, y Joaquín Guzmán López, hijo del conocido narcotraficante El Chapo, fueron detenidos en Texas, informó el Departamento de Justicia de EE.UU.
El capo conocido como El Mayo y Guzmán López, que también jugaba un rol importante en la organización criminal, están ahora bajo custodia de las autoridades estadounidenses.
Según el Departamento de Estado de EE. UU., Zambada también es dueño de varios negocios legítimos en México, incluida «una gran empresa lechera, una línea de autobuses y un hotel», así como activos inmobiliarios.
Ambos enfrentan múltiples cargos en el país norteamericano “por liderar las operaciones criminales del cartel, incluidas sus letales redes de fabricación y tráfico de fentanilo”, indicó el Departamento en un comunicado.
Lo que se sabe de la operación
Los detalles de las detenciones de los dos narcotraficantes siguen sin estar claros, pero según varias fuentes llegaron en avión a Estados Unidos.
La agencia Reuters citó a autoridades estadounidenses al afirmar que Zambada y Guzmán López fueron detenidos después de aterrizar en una aeronave privada.
El periódico Wall Street Journal, que citó a funcionarios mexicanos y estadounidenses, indicó que un miembro de alto rango del cartel de Sinaloa engañó a Zambada para subir al avión tras una operación de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI por sus siglas en inglés) y el FBI.
Según la versión del diario, Zambada creía que iba a inspeccionar aeródromos clandestinos en México, pero fue conducido a Texas.
Zambada es según algunos expertos el mayor capo de la droga del mundo y, sin duda, el más influyente de América.
Había evadido a las autoridades durante décadas, por lo que su arresto ha causado una fuerte sorpresa en México.
Fundador del cartel de Sinaloa junto al Chapo Guzmán, que cumple condena en prisión en EE.UU., Zambada García enfrenta una serie de acusaciones por delitos relacionados con el crimen organizado y el tráfico de drogas.
La Fiscalía estadounidense acusó en febrero al Mayo de conspiración para fabricar y distribuir fentanilo.
El fentanilo es la principal causa de muerte entre los ciudadanos de entre 18 y 45 años en el país, según autoridades estadounidenses.
«El fentanilo es la droga más letal que nuestro país haya enfrentado jamás, y el Departamento de Justicia no descansará hasta que cada líder, miembro y asociado del cartel responsable de envenenar a nuestras comunidades rinda cuentas», recoge el comunicado del Departamento de Justicia.
La fiscalía de Estados Unidos clasifica al cartel de Sinaloa como el mayor proveedor de drogas al país.
En la ficha de la DEA -la agencia antidroga estadounidense- Zambada aparecía como fugitivo ”armado y peligroso” por el que se pedía una recompensa de hasta US$15 millones.
Los delitos de los que se le acusa también incluyen desde tráfico de cocaína y marihuana hasta lavado de dinero, secuestro y asesinato.
El clan de los Guzmán
Joaquín Guzmán López, por su parte, es integrante de Los Chapitos, célula conformada por los hijos del Chapo Guzmán, entre ellos su hermano Ovidio que fue extraditado a EE.UU. el pasado enero.
Los Chapitos se hicieron cargo de la facción del cartel que lideraba Joaquín Guzmán Loera tras su extradición en 2017, y desde entonces se los considera unos de los mayores exportadores de fentanilo a Estados Unidos.
Según medios mexicanos, Joaquín y Ovidio son hermanos de Griselda y Édgar Guzmán, quien fue abatido presuntamente por miembros del cartel de los Beltrán Leyva.
Los hermanos tienen una reputación de jóvenes impetuosos, excesivamente violentos y sin grandes habilidades estratégicas como las de su padre.
El Chapo tuvo 10 hijos con tres mujeres: Alejandrina Salazar, Griselda López y Emma Coronel.
No hay información pública de todos, pero se ha vinculado a algunos de ellos, como Los Chapitos, a actividades criminales.
En el pasado se ha hablado de que estos se disputaban el control de la organización con El Mayo Zambada.
BBC Mundo