Yo no sabía que había tanta gente amando a Venezuela. Presidentes y capitostes de empresas salieron «a defendernos del fraude» perpetrado por Nicolás Maduro, quien fue reelecto este domingo.
Le cayeron a pedradas a las ventanas, a las mesas, se llevaron por delante todo los árboles y jardines defendiendo a los venezolanos del “dictador” Maduro y al mismo tiempo respaldaban a una irresponsable que no tiene el más mínimo criterio político y que no sabe absolutamente nada de una organización política.
Por la educación que se empeñaron mis padres en darme, no puedo referirme a esa señora como se debe, como alguien sin sentido común y cuyo comportamiento siempre ha sido de desprecio hacia los demás, sobre todo aquellos que no aceptan sus caprichos y tesis.
Chile, Brasil, Colombia, Estados Unidos, España, Alemania, Panamá, República Dominicana, Costa Rica, Argentina, El Salvador, entre otras naciones y la empresa X, de Elon Musk, de pronto se convirtieron en los salvadores de los venezolanos.
A ellos les duele Venezuela más que a nosotros. Ellos de pronto descubrieron que Maduro es un dictador y que obtuvo la presidencia del país por fraude, por lo tanto hay que sacarlo y poner a María Corina Machado (no a Edmundo), aunque ella no fue candidata.
A riesgo de tener que contratar un viaje de autobuses más para subir allí a mis enemigos ganados ahora por este artículo, porque los de mi país y mi estado, ya ocupan todos los puestos de los Yutong que tengo en Venezuela, les digo esto: No defiendan a Venezuela compadres.
Todos están siendo tontos útiles de una pandilla de facinerosos, delincuentes, asociados para delinquir, y a quienes nunca les ha importado un venezolano en cualquier parte del mundo, que no sea para pasar a formar parte de la lista de migrantes que se convierten en ayuda humanitaria que reciben estos en nombre de los venezolanos. Es decir, para negocios, pero de ellos.
Voy a tener que creer lo que dice un amigo mío por allí: El mundo está gobernado por estúpidos que no tienen criterio político más que para hacer negocios para sus naciones y para ellos.
Este mismo amigo mío dice que admira la forma como Leopoldo López, Antonio Ledezma y María Corina Machado, les venden espejitos por oro a los españoles, por sólo poner un ejemplo, y cambian mentiras por oro con los gringos.
Si en verdad, estos presidentes de estas naciones se preocupan tanto por los venezolanos, ¿Por qué los que hemos tenido la suerte de llegar a esas naciones, huyendo de la nuestra debido a la mala situación económica, a la falta de empleos, por la inseguridad, producto de la ineptitud de quienes nos gobiernan y de las sanciones, hemos sido tan maltratados en esas naciones donde ahora nos defienden?
Yo no les pido que defiendan a Maduro, pero tampoco pueden a priori decir que la otra señora dice la verdad. No. Ella no dice la verdad.
Ella es la única responsable de la actual crisis política que vive el país porque nunca aceptó las decisiones de los organismos del Estado; nunca permitió que la oposición tuviera un candidato porque si no era ella, no sería nadie; no fue electa con 2 millones y medio de votos en las primarias porque nunca mostró ni un papelito, aunque fue ella quien colocó a una Asociación Civil, Súmate, como los responsables del proceso electoral y no es la líder indiscutible de la oposición.
Ustedes se preguntarán y por qué si eso es así, el resto de la oposición aceptó eso, pues les informo que esa misma pregunta nos la hacemos algunos venezolanos. Concluimos que o nuestra oposición tiene mucho rabo de paja; o como herederos al fin, no saben hacer nada bien y se quedaron esperando a ver qué pasaba.
Al final la conclusión será que ninguno de esos opositores quiere al país o a los venezolanos.
Por eso es que estamos sorprendidos que países y empresas que dicen tener preocupación por nosotros los venezolanos, piden la salida de Maduro, el dictador, y exigen que María Corina sea designada presidente de Venezuela.
En ese caso ¿Quién sería el dictador? ¿Maduro o ustedes?
Sí, yo sé que después de esto, tendré que pedir asilo en la embajada Klingong, Vulcana o Romulana porque seguramente la Federación no me va a perdonar esto.
!Qué carajo¡ tengo años luchando porque en mi país las vainas se hagan bien, nunca he sido de clan o pandilla alguna, es decir, soy una mutante; nunca he sido chavista, madurista, castrista o militarista y mucho menos leopoldista o machadista. No. Sólo creo en el hombre o la mujer de bien que no voltee cuando están atropellando a otro. Es decir, en esa persona que trata de evitar que el mal se convierta en mayoría. Y claro que eso es difícil. Siempre es más fácil estar con la mayoría y la mentira.
Carmen Carrillo
