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    Este martes declara Fabiola Yáñez en audiencia virtual

    Este martes, la ex primera Dama Fabiola Andrea Yáñez, ex pareja del ex presidente Alberto Ángel Fernández, declarará vía virtual en la audiencia convocada por el juez federal Julián Ercolini, en este caso por violencia de género.

    Esta causa que se desprende de otra que por  corrupción se le hacía el ex presidente Alberto Fernández, se conoció por el teléfono de la secretaría privada de Fernández, María Cantero, pareja de Héctor Martínez, el otro investigado por el llamado caso de los Seguros.

    En el teléfono fueron descubiertas fotos de golpes que Fernández le habría propinado a Fabiola, así como chat donde la entonces primera Dama, pedía ayuda a María Cantero, secretaria privada de Fernández, desde hacía muchos años.

    Yáñez es citada virtualmente para que precise  algunas fechas y asentar el curso de la investigación, recoge el diario argentino La Nación.

    El viernes, el apartamento donde reside Alberto Fernández, en Puerto Madero fue allanado por pedido de los fiscales que llevan el caso. Allí colectaron teléfonos celulares, tablets y pendrive.

    Además le fue entregado a Fernández, una orden de alejamiento y restricción de la ex primera dama, Fabiola Yáñez, orden que por cierto Fernández no respetó.

    El expresidente Alberto Fernández violó una de las restricciones impuestas por el juez federal Julián Ercolini. Además de prohibirle acercarse a Yañez y salir del país, lo intimó a cesar con las perturbaciones o intimidaciones.

    Pero de acuerdo a La Nación, el exjefe de Estado, en abierto desafío a las medidas que dictó Ercolini, buscó establecer un nuevo contacto con ella en los últimos días, luego de que la Justicia le prohibiera continuar con el hostigamiento.

    La comunicación, indirecta, según pudo averiguar este medio, fue en línea con el “acoso” que la exprimera dama había denunciado y que calificó de “terrorismo psicológico”.

    El sábado, en sus primeras declaraciones públicas, Yañez relató que quiso irse de Olivos en los últimos meses del mandato de su expareja, que acudió sin éxito al Ministerio de las Mujeres para pedir ayuda, y precisó la naturaleza de las amenazas.

    “Decía que si yo hacía esto o lo otro, él se iba a suicidar”, dijo en la entrevista que le brindó a Infobae.

    Yañez evitó pronunciarse sobre los ataques -por estar todo bajo secreto de sumario- así como también de la organización de su festejo en plena cuarentena.

    En las últimas horas, tal como informó LA NACION, se reunió con su abogada, Mariana Gallego, quien viajó hasta Madrid para elaborar y delinear la estrategia en el frente judicial, a sabiendas de que la audiencia con la fiscalía estaba al caer.

    En principio, la defensa de Yañez apunta a ampliar la acusación: lesiones graves con consecuencias psicológicas, agravado por el vínculo. Una combinación que supera los tres años de prisión y, por ende, no es excarcelable.

    Por su parte, Fernández, replegado en el departamento del piso 12 del edificio River View, designó en la últimas horas a la abogada Silvina Carreira, una especialista en derecho de familia, para que lo defienda ante las acusaciones de su expareja.

    Cuando se desató el escándalo, el exmandatario había afirmado en un comunicado que no haría declaraciones públicas para velar por el bienestar de su familia.

    Sin embargo, en las últimas horas trascendió un extracto de la entrevista que le otorgó al periodista Horacio Verbitsky: Fernández invierte la acusación –afirma que los hechos de violencia existieron pero de ella hacia él–, y asocia el hematoma de su pareja a un “tratamiento estético”.

    Por fuera de esta conducta, la intención detrás de la audiencia con Yáñez es comenzar a ordenar los elementos de una causa rodeada de ruido, que nació como un desprendimiento del escándalo de los seguros, y que tuvo en el centro de la escena a la secretaria privada del expresidente María Cantero y su pareja, el broker Héctor Martínez Sosa.

    El expresidente Fernández era, sin embargo, la figura más visible. Con el giro de la causa a partir de las graves denuncias de violencia de género, el foco se posó exclusivamente sobre su figura.

    Falta poco, para que el ex presidente Alberto Fernández sea citado a prestar declaración indagatoria como sospechoso del delito de fraude y negociaciones incompatibles con la función pública a raíz de los contratos de seguros con dependencias oficiales que gestionaba su ex secretaria María Cantero con su esposo, Héctor Martínez Sosa.

    La medida, que alcanzará también a Cantero, a su marido y a la mayoría de los treinta imputados que tiene el expediente, es analizada por el juez Julián Ercolini y tendría lugar en los próximos días, cuando se complete la prueba.

    Con información de La Nación

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