Estados Unidos apuesta por el multilateralismo para enfrentar la situación en Venezuela para buscar un diálogo que permita una salida pacífica, por lo que no parece inclinado a imponer más sanciones.
Más de dos semanas después de que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se proclamó vencedor en las elecciones del pasado 28 de julio, Estados Unidos y otros países occidentales muestran pocos indicios de que planeen imponer rápidamente sanciones duras ante las irregularidades que han denunciado en el proceso comicial.
La mayoría de los gobiernos han exigido que el Consejo Nacional Electoral (CNE) publique las actas de escrutinio después de que tanto Maduro como el candidato opositor Edmundo González declararan que habían ganado.
Brasil y otros países han intentado garantizar conversaciones entre ambas partes, rivales políticos que no han conciliado en décadas.
Las protestas contra Maduro en los días posteriores a la votación se encontraron con una fuerte represión, ya que las autoridades denunciaron que las manifestaciones son intento de «golpe de Estado».
Los enfrentamientos dejaron 23 muertos y más de 2.000 detenidos, según datos de Naciones Unidas, cifras que coinciden en general con los datos oficiales que se manejan en Venezuela.
Estados Unidos y la Unión Europea no quieren repetir los errores de 2018, cuando reconocieron un «gobierno interino» en Venezuela.
Actuar con calma para no cometer viejos errores
Los gobiernos occidentales intentan tomarse «con calma» sus reacciones, dijo un funcionario de una embajada, quien habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a discutir públicamente el asunto.
Ningún gobierno quiere ser el primero en nada, añadió, de acuerdo con un reporte de Reuters.
«Esto no es una carrera para ver quién puede llegar verbalmente más lejos en sus demandas con efectividad cero, sino para ser efectivos en nuestro apoyo a la democracia en Venezuela», dijo el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en una comparecencia en el Senado hispano.
España, que mantiene profundos lazos con Venezuela, está «liderando la posición de la UE» contra la violencia y por la defensa de derechos como la libertad de reunión pacífica en Venezuela, dijo.
Tres funcionarios de diferentes países dijeron que la respuesta mesurada se produce ya que son conscientes de lo que sucedió después de la reelección de Maduro en 2018.
Entonces, la primera reelección de Nicolás Maduro fue rápidamente condenada con las sanciones más severas hasta ahora.
Un gobierno interino liderado por la oposición fue ampliamente reconocido, pero el esfuerzo finalmente se evaporó, lo que afianzó a Maduro en el poder.
Estados Unidos, bajo la presidencia del republicano Donald Trump, bloqueó las exportaciones de petróleo de Venezuela, pero ahora, bajo la administración del demócrata Joe Biden, parece haber poca inclinación a imponer sanciones más severas, indica Reuters.
Los funcionarios demócratas de Estados Unidos hasta ahora han amenazado, pero se han abstenido de imponer nuevas medidas punitivas.
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