Observaciones del Telescopio Espacial James Webb (JWST, por sus siglas en inglés) indican que la superficie del asteroide Psyche posee metales hidratados, según se detalla en un informe preliminar que será publicado en la revista Planetary Science Jorunal.
Con 280 kilómetros de diámetro, Psyche es un asteroide denso y metálico, considerado el más grande de los tipo M del sistema solar, es decir, integra la categoría más rica en metales.
De hecho, Psyche posee tantos metales preciados que incluso algunos economistas han calculado que posee un valor 300 veces más grande que la economía mundial.
Importancia para entender formación de los planetas
Debido a su alto contenido en hierro y níquel, los astrónomos buscan averiguar si Psyche es el núcleo superviviente de un protoplaneta destruido tras la colisión con un objeto similar hace miles de millones de años.
Los protoplanetas acumularon masa y evolucionaron hasta convertirse en planetas como la Tierra. Por eso, Psyche y otros asteroides similares podrían ayudar a entender mejor cómo se formó nuestro planeta.
«Los asteroides son restos del proceso de formación planetaria, por lo que sus composiciones varían en función de dónde se formaron en la nebulosa solar», explica en un comunicado la coautora Anicia Arredondo, del Southwest Research Institute.
Hipótesis sobre la presencia de agua
No obstante, el hecho de que Psyche refleje la luz podría indicar que no es tan denso como se pensaba, menos para un objeto de metal masivo.
Por eso, el hallazgo de agua en su superficie abre nuevas interrogantes.
La primera, que Psyche fue impactado por asteroides que contienen cantidades importantes de agua; la segunda, que el agua proviene desde su interior, lo que cambia completamente lo que se pensaba de este objeto.
«La hidratación que es endógena [es decir, interna] podría sugerir que Psyque no es el núcleo remanente de un protoplaneta», agrega Arredondo.
Una hipótesis alternativa sugiere que Psyche llegó desde más lejos de la llamada «línea de nieve», una zona de temperaturas suficientemente bajas como para congelar el agua e incorporarla a su estructura.
La misión Psyche en 2029
La nave espacial que lleva el mismo nombre debería llegar hasta las cercanías del asteroide en 2029, una oportunidad perfecta para comprender su origen y el de los planetas.
Esta misión, guiada por la NASA, «proporcionará información diferente, pero complementaria a la que la nave espacial Psyche está diseñada para estudiar», afirma la coautora Tracy Becker, en el reporte.
Editado por José Urrejola, con información de IFL Science, Space.com y Southwest Research Institute./DW Actualidad