En la comunidad deltana de Janokosebe, se encuentra la Unidad Educativa Bolivariana Yakariyene, una institución que se ha convertido en un faro de esperanza para la cultura warao.
La U.E.B. Yakariyene ha desarrollado un modelo educativo creado por sus propios docentes y adaptado a las necesidades de sus estudiantes indígenas.
La prioridad en esta escuela es preservar la cultura warao. Las clases se imparten tanto en castellano como en el idioma nativo, garantizando que los niños y niñas no solo dominen el lenguaje oficial, sino que también se identifiquen con sus raíces ancestrales.
A través de canciones, bailes y otras actividades culturales, los estudiantes aprenden sobre las costumbres y tradiciones de su pueblo.
La docente María Zapata explica que este enfoque ha sido fundamental para fortalecer la identidad cultural de los estudiantes.
«La nueva generación había venido olvidando su idioma y raíces, pero ahora los niños están retomando sus conocimientos warao».
Esta experiencia ha logrado enganchar a estudiantes de comunidades criollas que también se han interesado en aprender el idioma, reforzando el impacto de esta experiencia para la interculturalidad.
El éxito de la U.E.B. Yakariyene no se limita a la preservación cultural. La escuela también ha logrado avances significativos en materia educativa.
Los estudiantes han mejorado su rendimiento académico y han desarrollado habilidades en diversas áreas, como la artesanía, el deporte y la música. Uno de sus estudiantes ganó la «Voz Magistral Infantil», una competencia de canto a nivel regional.
La dedicación y el profesionalismo del personal docente han sido claves en el éxito de la U.E.B. Yakariyene. Gracias a su esfuerzo, la escuela ha sido reconocida y ha participado en diversos programas del Ministerio de Educación, como el «Programa Todas Las Manos A La Siembra».
La U.E.B. Yakariyene se ha convertido en un modelo a seguir para otras escuelas que buscan transformar la educación indígena.
Su enfoque integral, que combina la preservación cultural con el desarrollo académico, demuestra que es posible crear una educación de calidad que respete y valore la identidad de los pueblos originarios.
Prensa Kapé Kapé
