Santiago, (Xinhua) — El presidente de Chile, Gabriel Boric, inauguró hoy martes el «Camino de la memoria» en el Parque Estadio Nacional, en la capital, un memorial que recuerda a los presos en este centro deportivo ocupado como centro de reclusión en los albores de la dictadura de Augusto Pinochet en 1973, el más grande del país.
«Este espacio nos invita a recordar los horrores que aquí vivieron miles de personas, jóvenes, mayores, hombres, mujeres, obreros, profesionales, chilenos y extranjeros y, también, la hermandad y la entereza que demostraron», afirmó el mandatario del país sudamericano.
Boric remarcó que es importante que toda esa alegría y la cotidianidad del Estadio Nacional, donde juega de local la selección chilena y el equipo Universidad de Chile, «se mezcle con la memoria y todos entiendan lo que pasó aquí».
«Y es que la historia y la memoria necesitan soportes para ser contadas, transmitidas y esa no puede ser una tarea peregrina y solitaria de las víctimas y de los familiares de los detenidos desaparecidos, de los ejecutados políticos, de los torturados, sino que es una obligación del Estado”, indicó.
Por su parte, el ministro del Deporte, Jaime Pizarro, afirmó que el Parque Estadio Nacional es un espacio «donde hemos vivido grandes alegrías, inolvidables jornadas deportivas, pero donde también hemos sufrido eventos que no se deberán repetir jamás».
«Hoy ponemos en valor la memoria y abrimos un nuevo espacio a la ciudadanía, para que las nuevas generaciones puedan conocer nuestra historia y así preservar y respetar la democracia», dijo el exfutbolista.
El Gobierno chileno detalló que «El Camino de la memoria» es un recorrido peatonal de 450 metros de extensión que emula el recorrido que realizaron las prisioneras y los prisioneros, a partir del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, desde sus lugares de reclusión hasta el sector de tortura en los baños públicos del velódromo, conocidos como «Caracolas».
Precisaron que diariamente militares llevaban a grupos de entre 30 y 100 personas detenidas, quienes iban con las cabezas cubiertas por sus frazadas y sólo veían el camino de tierra. Según cifras oficiales, durante la dictadura cívico-militar encabezada por Pinochet, fueron asesinadas más de 3.000 personas, de las cuales 1.200 aún están desaparecidas y más de 30.000 fueron torturadas.
En el país se habilitan decenas de centros de reclusión, tortura y ejecución; el Estadio Nacional fue el más grande del país y se estima que unas 40.000 personas pasaron por este recinto deportivo.