Carlos Yusti presentó recientemente un inventario sobre su obra artística.
Este nativo del estado Carabobo, con muchos años de asimilación guayanesa, mostró en los espacios de la Universidad Católica Andrés Bello, el trabajo realizado a lo largo de su carrera como creador.
Es un ser humano tímido, que expresa con su obra, pictórica, escultórica y escrita, aquello que no dice a viva voz.
Este fiel exponente del Renacimiento, época más brillante de la humanidad, por la producción de creadores, artistas, e inventores, cuestiona lo fútil, lo inútil, lo fatuo del ser humano pero lo hace con tanta gracia que nadie se da cuenta.
Al final, eso es lo que persigue el creador, ¿no creen?.
En el catálogo donde se agrupa una parte de su obra, en la que hay que admitir coherencia y singularidad, Alfredo Rivas Lairet, escribe sobre Carlos Yusti.
Se pregunta: ¿Escritor o pintor? Y acto seguida explica cómo fue su acercamiento a las dos facetas de este artista guayanés.
Lo mejor de todo dice Lairet, es saber que junto a su esposa Ana María, Carlos lleva a las escuelas de Ciudad Guayana, la posibilidad de a través de talleres, motivar a los niños a que descubran su creatividad, con la pintura, el dibujo, el arte.
El catálogo todo expresa la esencia de este artista que no hace mucha bulla, no persigue las luces de las alfombras rojas, (aunque no sería extraño que ellas lo persiguieran a él, al fin y al cabo su talento es único).
La obra allí expuesta en la serie Escaleras al Arte, contó con el apoyo de Carlos Alcalá, Luis Alcalá, los coleccionistas privados, la revista Cárcava y por supuesto su querida Ana María Marín.
Además del respaldo obvio de la Coordinación de Cultura de la Ucab Guayana, y gracias al trabajo de montaje de Luis Caña, Hernán González y Edgar García.
El artista cierra el catálogo con una explicación sobre su aproximación al arte, a la creación.
Cita a varios artistas, escritores y pintores, Flaubert y Picasso, quienes dan pistas de la energía y los detalles que muestran su obra.
Carmen Carrillo