Carmen Carrillo
Hace más de un año escribí que María Corina Machado y su claqué iban a hacia un segundo interinato. Y así es señores. Por cierto hay quienes están proponiendo que María Corina Machado, quien aún, presuntamente, se encuentra en Venezuela, asuma como vicepresidenta mientras él asume como presidente en Madrid.
Edmundo González, según las redes sociales afectas a la oposición, será juramentado en una plaza de Madrid el próximo 10 de enero del 2025, porque para Venezuela no se puede ir, admiten quienes dirigen esta oposición que desde el 2005 ha ido quemando las naves y entregando los bienes del país en el exterior.
Y pensar que todo esto inició en diciembre de 1988, cuando la famosa Noche de los Tanques, movimiento militar impulsado por sectores del lusinchismo, el calderismo o mejor dicho de Rafael Caldera y la godarria caraqueña que no aceptaban el triunfo de Carlos Andrés Pérez.
Posteriormente se “expresó” a través del Caracazo a partir del 27 de febrero de 1989; continuó con los dos golpes de Estado de 1992, 4F y 27N y culminó el 18 de mayo de 1993 cuando el enano de Ramón Escobar Salón, logró como Fiscal General de la República, que la Corte Suprema de Justicia le hiciera un procedimiento a CAP por corrupción y lo sacara del poder; por los 16 millones de dólares que el Jefe de Estado envío a Nicaragua para apoyar a Violeta Chamorro contra el sandinismo, (Daniel Ortega y compañía).
Si ese mismo procedimiento se le hace a Chávez no habría muerto: Estaría pagando cárcel y el chavismo no hubiese gobernador más nunca. Pero bueno, Henry Ramos Allup, cuando llegó a la Asamblea Nacional en el 2015, dijo que Maduro saldría en seis meses. Maduro aun gobierna.
Entre el 2015 y el 2024 nuestra preclara oposición ha descubierto como vivir sin trabajar, en nombre de todos nosotros los venezolanos, pidiendo plata como inmigrante en el exilio y con la Ayuda Humanitaria en nombre de los migrantes.
Hoy la godarria caraqueña está toda en Miami; se llevaron sus reales y sus medios así como sus periodistas; sus tontos útiles, que no voy a mencionar porque ya tengo demasiados enemigos, no necesito uno más; y han aprendido mucho con esos hijos de cubanos en el exilio como Díaz Balart, cuñado de Fidel Castro, por cierto; Bob Menéndez, destituido por corrupción y Marco Rubio, flamante secretario de gobierno de Donald Trump.
La calle 8 de Miami es de los cubanos; la de los venezolanos debe ser Brickell Avenue o mejor dicho Ocean Drive.
Pero además han desarrollado una narrativa escatológica y ofensiva que no hace sino denigrar sobre nuestro gentilicio y eleva a la dirigencia del gobierno al ámbito de “educados” ante tantas ofensas e insultos que salen de esas bocas.
Voy a repetir esa frase de Jesús: Lo que sale de tú boca viene de tú corazón, así qué imagínense como tienen ese corazón esos seres.
Tips..Tips..Tips
Joe Biden y los demócratas antes de marcharse de la Casa Blanca y entregarle el poder a Donald Trump, decidieron acabar con todo.
Anthony Blinken, jefe del Departamento de Estado, vía sus redes sociales, cuatro meses después “reconoce” a Edmundo González como presidente de la república bolivariana de Venezuela.
Pero además la Cámara de Representantes presentó el proyecto de Ley Simón Bolívar que ordena a las empresas norteamericanas no hacer negocios con empresas del gobierno de Nicolás Maduro. O sea, más sanciones. Y el dólar volando alto.
Y Biden, autorizó a Ucrania para que utilice armas nucleares contra Rusia. Es decir, los llaman los “barbarazos”, después de ellos el diluvio.
Lo de Blinken es una estupidez y no tiene sino la validez de un funcionario que va saliendo; lo de la Cámara de Representantes Idem; y lo de Ucrania es una locura.
Hasta aquí llegó. Gracias a las redes sociales a la gente no le gusta leer. No quiero cansarlos. Mañana continúo.
