La NASA informó que logró recuperar la comunicación con la mítica sonda Voyager 1, la nave espacial más alejada de la Tierra, luego de presentar un fallo técnico en octubre pasado.
La Voyager opera a 15,4 mil millones de millas de distancia. De acuerdo con una nota de la agencia aeroespacial, había interrumpido sus transmisiones por una actualización del sistema de protección de fallas. Esto obligó a usar un transmisor de menor potencia, lo que complicó la recepción de datos provenientes de la nave.
El desperfecto surgió cuando ingenieros activaron un calentador para que los instrumentos científicos siguieran en funcionamiento. Esto dio paso a un proceso de ahorro de energía de la sonda, desconectando así el transmisor principal y activando otro que no se usaba desde 1981.
Dicho contratiempo significó un desafío importante para la NASA, debido a que las señales emitidas por el transmisor de banda secundario eran muy débiles para su detección.
No obstante, a inicios de noviembre, ingenieros consiguieron reactivar el transmisor de banda principal. Así, se restablecieron las comunicaciones y permitieron una nueva recolección de datos científicos.
Con esto, se garantizará la continuidad de la misión de la sonda Voyager 1, considerada una de las más emblemáticas de la exploración espacial.
Actualmente, los datos recogidos por la nave incluyen información de partículas, plasma y campos magnéticos del espacio interestelar.
“Las Voyagers 1 y 2 han estado volando durante más de 47 años y son las únicas dos naves espaciales que operan en el espacio interestelar. Su avanzada edad ha supuesto un aumento de la frecuencia y complejidad de los problemas técnicos y nuevos retos para el equipo de ingeniería de la misión”, destaca la NASA.
El Cooperante