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    “No puedo pagar a Fospuca porque CVG no me paga”

    El propietario de Corporación El Tigre, Ricardo Escobar, asegura que no se ha negado a pagar la deuda que tiene con Fospuca pero  no puede hacer más porque la CVG no le paga y él tiene la responsabilidad de fabricar los aislantes termoeléctricos del país.

    Este lunes un perito y un juez realizaron el embargo de cuatro de las  máquinas propiedad de la única empresa que fabrica aislantes termoeléctricos del país.

    Sin embargo, eso no fue suficiente para cubrir la deuda que Corporación El Tigre tiene con la empresa recolectora de basura Fospuca, que alcanza a los 11695 euros.

    -¿Fospuca dice que usted tiene una deuda con la empresa hace más de dos años?

    Mi último pago fue en octubre del año pasado por un monto de 19.460 por concepto de pago de honorarios al abogado de Fospuca.

    Agrega que en marzo los días 20 y 21, del año pasado canceló 6 mil dólares y en junio de ese mismo año “pagué 600 dólares más, por lo tanto no es cierto que mi deuda es desde hace dos años y que me he negado a pagarle a la empresa”.

    Escobar explica que también es falso que no le ha pagado a la alcaldía de Caroní, porque la semana pasada, el viernes concretamente, fue a cancelar los impuestos municipales y allí le dijeron que no le podían aceptar el pago porque tenía una deuda con Fospuca.

    -¿Cuántos trabajadores tiene Corporación El Tigre?

    Veintiséis.

    -¿Fospuca le ofreció firmar un convenio de pago por la deuda?

    No. El pago es casi compulsivo. Yo fui el viernes a pagar los impuestos municipales y no me lo permitieron y ayer lunes se aparecieron los representantes de Fospuca para hacer el embargo.

    Convenio bien particular

    El convenio que firmaron la alcaldía de Caroní, a través del alcalde Tito Oviedo y los concejales del Psuv y de la oposición, con Fospuca establece que si el comerciante no le ha pagado a la empresa de recolección de desechos no podrá pagar los impuestos municipales.

    En términos coloquiales, la alcaldía entrega un derecho del ciudadano y le da respaldo legal a un convenio, pasando por encima de la Ley Orgánica de Régimen municipal. O lo que es más claro, los conejos detrás de las escopetas.

    El año pasado muchas empresas vivieron la misma situación que Corporación El Tigre. Vieron como sus bienes eran embargados y hasta que no pagaban la deuda no podían recuperarlos.

    No se sabe si eso ha ocurrido o si por el contrario la empresa Fospuca se está convirtiendo en una especie de Corporación municipal que manejará todos esos negocios.

    De allí la expresión del municipio Fospuca ya no municipio Caroní.

    Claro, a veces uno como simple mortal entiende a José Simón Elarba, quien funge como propietario de la empresa o por lo menos da la cara, porque son tanto los costos colaterales que debe cancelar para ser la empresa recolectora de desechos sólidos que de algún lado tiene que salir el dinero.

    Entre pagar los dividendos a los socios en Caracas y a los socios en el municipio Caroní, autoridades municipales, así como a sectores empresariales y partidistas que “ayudaron” a que ese contrato fuera una realidad, como si era muy difícil recoger la basura, los reales no alcanzan.

    El problema es que es evidente que un convenio no puede estar por encima de una Ley Orgánica, pero en Guayana si se puede; es evidente que el servicio ha mejorado sustancialmente porque Ciudad Guayana con Tito Oviedo al frente del municipio y sus concejales, era conocida como Ciudad Zamuro y ya eso no es así.

    Pero también es evidente que si un empresario contrata con el Estado y el Estado no paga o se retrasa mucho pero mucho, como es el caso de la CVG con todos sus proveedores, algo que uno no sabe si es porqué son los campeones de la ineptitud o porque como todos los últimos jefes de la otrora imponente Corporación Venezolana de Guayana, les importa un pepino que los trabajos sean cancelados; lo que hay es que pantallar ante el presidente Nicolás Maduro, para que no terminen presos.

    En fin. Este caso de Fospuca es interesante por los artilugios jurídicos municipales y porque ningún juez del Palacio de la presunta justicia de Ciudad Guayana, se aprendió la pirámide de Kelsen.

    Aunque también pudo haber sido que quiénes defendieron a los afectados por el convenio, que ojo por cierto, nadie ha visto, parece que está guardado bajo siete llaves, eran muy malos o perseguían otros fines.

    Fospuca es una herida en Ciudad Guayana. La gente está feliz por la recolección de la basura porque en verdad Tito Oviedo no pudo hacer peor gestión y con todo y eso lo reeligieron, así serán de malos los de la oposición.

    Pero no deja de ser un abuso de posición de dominio para con los comerciantes, que ni siquiera pueden esperar que desde su gremio los defiendan, porque en algunos de esos gremios, sus directivos se han convertido en socios de Fospuca.  Al final si no pagan Fospuca no pueden cancelar los impuestos. ¿Qué tal? ¿Eso será correcto?

    Carmen Carrillo

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