La Fiscalía de Arica, en Chile, anunció este jueves que logró condenas que suman cerca de 560 años de cárcel contra 34 miembros del clan «Los Gallegos», una facción vinculada al Tren de Aragua.
En un comunicado, el organismo detalló que, entre los condenados, 31 de nacionalidad extranjera, en su mayoría venezolanos, uno recibió la pena de presidio perpetuo por dos homicidios.
Además, resaltó que el juicio, que se extendió desde el 22 de abril hasta el 19 de noviembre de 2024, es considerado uno de los más relevantes en Chile debido a la magnitud de los delitos investigados y al alto número de acusados.
Los miembros de la organización fueron condenados por delitos como asociación ilícita, tráfico de drogas, tráfico de armas, secuestro extorsivo, trata de personas con fines de explotación sexual, homicidios, porte ilegal de armas, robo con intimidación y amenazas a funcionarios de Gendarmería y la Policía de Investigaciones (PDI).
Un condenado a cadena perpetua
Uno de los acusados fue sentenciado a cadena perpetua por dos homicidios (uno calificado y otro simple), además de 16 años adicionales por robo con intimidación y asociación ilícita.
Otros tres integrantes recibieron penas de 44, 39 y 32 años de cárcel, respectivamente, mientras que el resto de los condenados enfrenta sentencias que van desde los 541 días hasta los 20 años de prisión.
La justicia chilena presentó más de 35 testigos durante el juicio, incluyendo a un agente encubierto que logró infiltrarse en la organización.
Además, se presentaron más de 100 interceptaciones telefónicas, videos y análisis de cuadernos contables que demostraron la estructura y operaciones ilícitas del grupo.
Durante el juicio, la Fiscalía detalló las tres fases que utilizó el clan para establecerse en Arica. En la fase de exploración, identificaron el sector de Cerro Chuño como su base de operaciones.
Luego, en la fase de penetración, usaron la violencia para dominar a bandas rivales, infundir temor en la población y controlar el territorio.
Finalmente, en la fase de consolidación, establecieron una base financiera a través del lavado de dinero y otras actividades ilícitas para sostener sus operaciones.
Los miembros de «Los Gallegos» actuaban bajo lo que denominaban «la causa», compartiendo lazos identitarios o familiares, y cometían delitos en función de los intereses de la organización.
«Este es un fuerte golpe al crimen organizado, pero no hay que bajar los brazos. Todo el aparato del Estado debe unirse e intensificar la lucha contra estos fenómenos criminales», dijo el fiscal regional de Arica, Mario Carrera Guerrero.
El Cooperante
