Todavía esta semana no se tiene claro quiénes serán los candidatos de la oposición a gobernadores y a cuerpos deliberantes.
Y es que en el CNE hay un solo desorden. Un día la señal es verde y en cuestión de horas el color es otro.
Se vive una verdadera angustia porque no da el tiempo, no está cumpliéndose con el cronograma electoral y todo se estira como una arruga. O se compacta como caja de fósforo.
¿Eso se lo debemos a quién? ¿Ese desorden?
A que todavía el gobierno no se recupera de la revolcada que le dio el país el pasado 28 de julio y como ahora están asustados, no confían ni en su sombra.
Ojo, no me malinterpreten por favor: No me hice mariacorinista. No señor. No fue que ganó Edmundo González Urrutia con la campaña de esa “lideresa” llamada María Corina, el pasado 28 de julio. Fue que el país votó contra el chavismo, contra todo pronóstico.
Y es que la gente se cansa. Cuando no es el agua, es el gas, sino el servicio eléctrico, o no recogen la basura (gracias a Dios eso no pasa en Ciudad Guayana, en el municipio de Fospuca, por lo menos en ese sentido son eficientes).
(Ya sabemos a quién hay que llamar cuando haya que salir de ese poco de trastos viejos que todavía están mandando en la política, como la canción de Reinaldo Armas, “Los viejos están mandando”).
Nuestros amigos del gobierno no entienden por qué los chinos y los rusos no terminan de asegurarles la escalera.
Imagínense ustedes que en China son mil 500 millones de personas. ¿Alguien puede pensar que si el gobierno de Xi Ping no hace bien su trabajo y pone en la misma onda a quienes gobiernan junto a él, podrían estar tranquilos?
Ya no es sólo “la economía, estúpido”, como le gritó su jefe de campaña a Bill Clinton cuando fue electo presidente de los United States; ahora es también calidad de vida.
Y esa es la principal preocupación de China: Mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. Por eso tienen trenes magnéticos, represas gigantescas, producción agrícola inmensa, tasas de interés bajas para propiciar la compra de viviendas, bienes y servicios, en fin, allá lo importante no es lo político, es la calidad de vida y la generación de empleos.
En Venezuela se dedicaron de forma sistemática, desde los tiempos de Chávez a destruir la industria porque iban a impulsar una nueva industrialización del país.
Bueno, ha sido con mucha dificultad que se le ha quitado el monopolio al grupo Polar.
Ahora hay 500 tipos de harina de maíz; al grupo de Concho Quijada; ahora hay 500 tipos de aceite de comer; hay 500 tipos de mantequilla del grupo Mendoza que es el mismo grupo Polar; hay 500 tipos de pasta (espagueti, corta, larga, tornillo, cubito) que era grupo Sindoni; 500 tipos de pasta de tomate, que era el grupo Agroisleña; se produce tomate, pimentón, papa, zanahoria, no sólo en los andes sino en Lara, Portuguesa, arroz en Cojedes, carne en Guárico, en el Zulia ahora se producen camarones y en Sucre, cacao.
Antes todo eso era de los mismos grupos económicos que impulsaron el derrocamiento de Carlos Andrés Pérez y la llegada de Chávez.
Pero entre la muerte de Chávez y el arribo de Maduro (2013/2021) el país fue sacudido porque había que evitar que los tradicionales grupos de poder perdieran el control y si para eso había que acabar con jóvenes, mujeres, familias, empresas, en “nombre de la libertad”, se hacía.
Se inventó todo un relato, premios internacionales de paz, reconocimientos en revistas internacionales, líderes de oposición perseguidos y presos, asesinatos (en eso sí al gobierno no se le agua el ojo, caso Oscar Pérez, o Ronald Ojeda), golpes de Estado con maras de plátano como armas; gente del chavismo que cayó en los cantos de sirena que entonan también los amigos de la godarria caraqueña, esa que sigue creyendo que como Simón Bolívar nació en Caracas, era de ellos y todo el que llegara a gobierno debía hacer su voluntad porque la mayoría (de la godarria) sufre del síndrome del Márquez del Toro: Se levantan republicanos y se acuestan monárquicos.
Fue una molienda lo que vivimos los venezolanos entre el 2002 y el 2021. Golpes, contragolpes, presidentes lloriqueando, políticos y banqueros firmando actas para un nuevo gobierno y después andaban asustados y pagando para que no los metieran presos.
Al final se pusieron de acuerdo y mandaron a “darle bollo” al extorsionador mayor: el jefe de la banda de los Enanos, el fiscal Danilo Anderson. (Ojo, no me pueden acusar por la Ley del Odio, todos son hechos históricos).
Me he quedado sin amigos porque cuando vienen a defenderme a cualquiera de esos fenómenos de oposición, simplemente me entra una furia loca y me provoca ahorcarlos y para no ir presa prefiero estar sin amigos, ser estúpido no es un delito, pero los demás no tenemos porqué soportar sus estupideces.
Por todo eso es que los chinos y los rusos, nos miran con ojos de: ¿Estos tipos son así de estúpidos en serio? ¿Destruyen un país, para hacer otro? ¿Y por qué no hacen uno con él que tenían y lo mejoran? Preguntas lógicas no sólo de los chinos y los rusos. De todos.
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Pregunta para el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López y para el comandante en jefe de las Fanb, Nicolás Maduro: ¿Por qué no estamos los venezolanos cobrándole a Guyana, la parte que nos toca como país, por la explotación de las aguas marinas y submarinas llenas de petróleo, frente a la barra del río Orinoco?
¿Por qué el gobierno no ha ejecutado medidas legales compulsivas de cobranza a la Exxon por la explotación de nuestro petróleo en aguas marinas venezolanas?
Seguimos con la discusión sobre el Esequibo pero como presidente de los venezolanos, señor Maduro, usted debería velar por nuestros intereses.
Pido explicaciones como venezolana, y no quiero comiquitas. No es guerra, es real que nos deben.
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Pregunta para el ministro de Interior, Justicia y Paz, Diosdado Cabello: ¿Había una red de narcotráfico en el Zulia donde la mayoría estaba conformada por alcaldes del chavismo y nadie se había dado cuenta? ¿O eso es mentira? ¿O se trata de una simple purga porque presuntamente se habrían “cuadrado” con ese “helado de yuca” que es el comandante Francisco Arias Cárdenas quien regresaría al país a rescatarlo para los auténticos del 4F?
La misma canción que siempre entonan desde la godarria caraqueña pero esta vez teniendo como sujeto objeto de sus zanganerías a Arias Cárdenas.
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Si la oposición venezolana sale para la calle, se los llevan las hormigas. Ahora le pidieron a Nayib Bukele que le diga a Nicolás Maduro, que les manda a los presos de El Salvador si él libera a los presos políticos de Venezuela.
Serían 252 según Bukele, o sea sólo a los amigos de Leopoldo, María Corina y Julio. Pero son más de 900 presos políticos, es decir, los que faltan se quedarán presos porque nadie aboga por ellos.
Es que en verdad, saldremos del chavismo y sus variantes, el día que salgamos de estos “héroes de oposición”.
Carmen Carrillo
