El nuevo Papa Robert Prevost quien eligió el nombre de León XIV aunque nació en Chicago en 1955 y se ordenó sacerdote en 1982, se nacionalizó como peruano en el 2015.
El ahora vicario de Dios en la tierra, estuvo en su primera misión en Chulucanas, en Perú.
En 1988 se trasladó a Trujillo para dirigir el proyecto de formación común para aspirantes agustinos de los vicariatos de Chulucanas, Iquitos y Apurímac.
Allí ocupó distintos cargos hasta 1999, cuando fue elegido Prior Provincial de la Provincia Madre del Buen Consejo en su natal Chicago.
Sin embargo, ahí no terminaría su relación con el Perú. En 2014, el papa Francisco lo nombró administrador apostólico de la Diócesis de Chiclayo. Desde ese cargo, y en señal de compromiso con el país, anunció que se nacionalizó peruano.
En 2015 cumplió su promesa y obtuvo su DNI. Ya como peruano, Prevost fue consagrado como obispo de la ciudad ese mismo año.
Su gestión destacó por la cercanía que mantuvo con los fieles y el impulso de proyectos innovadores, sobre todo por su defensa de los obreros y apoyo a los temas sociales que afectan a los menos favorecidos.
En 2023, Prevost fue nombrado cardenal por el papa Francisco y designado prefecto del Dicasterio para los Obispos, uno de los organismos más influyentes del Vaticano.
El hoy papa tomó el nombre de León XIV con la tradicional capa roja del papado, una capa que Francisco había evitado en su elección.
Prevost había sido un candidato principal para el papado, pero durante mucho tiempo había habido un tabú contra un papa estadounidense, dado el poder geopolítico del país que ya se ejercía en la esfera secular.
Pero Prevost, originario de Chicago, aparentemente cumplía los requisitos porque también es ciudadano peruano y vivió años en Perú, primero como misionero y luego como arzobispo.
El papa Francisco claramente tenía en la mira a Prevost y, en muchos sentidos, lo veía como su heredero aparente.
Lo trajo al Vaticano en 2023 para que se desempeñara como el poderoso jefe de la oficina que examina las nominaciones de obispos de todo el mundo, uno de los cargos más importantes de la Iglesia Católica.
Y en enero lo elevó a la jerarquía cardenalicia. Como resultado, Prevost tenía una prominencia al entrar al cónclave que pocos otros cardenales tenían.
El último papa en adoptar el nombre de León fue León XIII, un italiano que dirigió la Iglesia de 1878 a 1903.
Este León suavizó la postura confrontativa de la Iglesia hacia la modernidad, especialmente la ciencia y la política, y sentó las bases del pensamiento social católico moderno, especialmente con su encíclica Rerum Novarum de 1891, que abordaba los derechos de los trabajadores.
Como seguidor del pensamiento del papa Francisco, algunos suponen que continuará con una postura de respeto y aceptación de la comunidad LGBT.
El Cooperante