Una razzia silenciosa lleva adelante el gobierno de Nicolás Maduro contra ciudadanos en el estado Bolívar. Son acusados por conspiración y detenidos. Luego son trasladados a Caracas y no se les permite derecho a la defensa y en juicios express terminan condenados a muchos años de cárcel.
La semana pasada fue detenido, presuntamente, Eduardo Rivas, quien fuera presidente de la Corporación Minera Sifontes. A Rivas lo llamaban el «zar del oro» y siempre estuvo vinculado con el partido de gobierno.
La información la dio a conocer Ciudad Guayana FB y una página web que firma alguien a quien llaman Taguarí.
Rivas quien fue empleado de un cuerpo de seguridad del estado, sería acusado, junto a unas personas del entorno del que fuera el gobernador del estado hasta hace un mes, Ángel Marcano, de intentar extorsionar a unos empresarios.
Este miércoles fue detenido en el municipio Gran Sabana, el capitán indígena, Emilio González, y quien fuera alcalde de ese municipio.
Al parecer en una alcabala de funcionarios militares, ocurrió el incidente en el que quedó detenido. De acuerdo a un video que circula en las redes sociales, sus familiares, aseguran que los militares al revisar sus documentos le informaron que estaba solicitado, o sea que había una orden de captura en su contra.
Fue llevado desde la alcabala hasta el fuerte militar y de allí trasladado a Caracas, al igual que Eduardo Rivas.
Mientras en el municipio Bolivariana de Angostura, concretamente en Guri, el gobierno mantiene un régimen de acoso y de amedrentamiento contra los ciudadanos que allí residen debido a que todos viven bajo la sospecha de intentar sabotear el suministro eléctrico que genera Guri.
Ya hay jóvenes que han sido detenidos y condenados hasta por 21 años. Los familiares denuncian que no les dejan ver ni siquiera a un abogado para que los defienda.
Lo que más le llama a la atención a los familiares de los detenidos es que oficialmente nadie dice nada. «Simplemente se llevan a nuestros familiares y luego nos informan que están detenidos por tal o cual razón». En este caso aún no lo saben.
Carmen Carrillo
