Las recientes incursiones de Estados Unidos en las instalaciones nucleares iraníes ha incrementado la preocupación por el cierre del estrecho de Ormuz, a través del cual circula alrededor del 20% del petróleo mundial.
El economista Aldo Contreras, especialista en Relaciones Económicas Internacionales y expresidente del Colegio de Economistas del Táchira analizó las implicaciones que esto podría tener para la producción y comercialización de crudo venezolano.
Aunque hasta ahora no se ha visto un incremento acelerado en los precios del petróleo, Contreras apunto que de concretarse el cierre del estrecho de Ormuz, el precio del barril de crudo podría situarse en 100 dólares e incluso llegar a precios más altos.
«Para los exportadores de petróleo como Venezuela, ese aumento de precios podría proporcionar un impulso financiero temporal. Incluso con la salida de grandes actores como Chevron y Repsol, Venezuela sigue produciendo más de un millón de barriles por día, según fuentes secundarias. Ese volumen, en la dinámica actual del mercado, podría generar mayores ingresos si los precios suben», explicó.
No obstante, el especialista recalcó que la comercialización de crudo venezolano por lo general «se lleva a cabo en mercados grises, imposibles de rastrear y poco transparentes. Esa opacidad complica la cantidad de beneficio de precio que se captura».
Sin embargo, el economista destacó que, debido a la naturaleza multinacional que existe en la administración de Ormuz, en la cual están involucrados varios países, hace que sea difícil cualquier intento de control unilateral o interrupción.
Lo que sí resaltó Contreras es que, en el contexto actual de disturbios que atizan un alza en los precios, esto podría representar para algunos productores de petróleo la obtención de beneficios momentáneos.
«Venezuela, por ejemplo, puede cosechar ganancias económicas temporales, independientemente de las presiones de las sanciones existentes», recalcó.
Refirió que, geográficamente, «Venezuela está menos expuesta a las interrupciones en el estrecho de Ormuz gracias a su acceso al Pacífico a través del Canal de Panamá», ya que «el petróleo se mueve por mar y Venezuela tiene múltiples salidas marítimas».
Reiteró que el comercio de crudo nacional se realiza al margen de las estructuras tradicionales, «lo que puede limitar las oportunidades estratégicas».
«De hecho, Venezuela tiene flexibilidad, pero los beneficios se filtran a través de canales comerciales opacos, y eso reduce el apalancamiento», dijo en una entrevista para Invezz.
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