Durante la última semana fue noticia el rescate de ocho venezolanas, entre ellas dos menores de edad que según las autoridades fueron víctimas de una red de trata de personas que opera en Trinidad y Tobago.
Días antes, los cuerpos de tres venezolanas sin vida fueron hallados en fosas comunes del país caribeño, y organizaciones no gubernamentales alertaron que se trata de víctimas de estas mismas redes que, trafican con personas para la explotación sexual, tráfico de drogas y otros delitos.
Durante años, se han conocido casos de desaparición de venezolanos en Trinidad y las alertas no son pocas.
Pese a que no existen cifras oficiales sobre las víctimas de estos casos, un experto en seguridad que, pidió no ser identificado dijo a El Cooperante que, estas bandas operan mayormente en los estados Sucre y Delta Amacuro, en Venezuela, con nexos con bandas en Trinidad y Tobago.
Fue el 7 de julio cuando la Policía de Trinidad y Tobago compartió un comunicado en Facebook en el que detalló que se llevó a cabo el rescate de las seis venezolanas mayor de edad y dos menores, en una vivienda en el marco de un operativo de inteligencia efectuado en la División Central, que se saldó con la detención de tres hombres trinitenses.
Las autoridades agregaron que en el operativo participaron efectivos de la Unidad Nacional de Operaciones Especiales, con la asistencia de personal de la Rama Canina y la Unidad de Operaciones Especiales de la Fuerza de Defensa de Trinidad y Tobago.
Se incautó una pistola y cannabis en el lugar. La policía del país caribeño notificó a la Sección de Control de Inmigración y a la Unidad Contra la Trata de Personas.
Trascendió que las personas capturadas tenían edades comprendidas de 31 a 56 años; y que el arma de fuego tenía un cartucho con 19 cargadores de munición.
Asimismo, medios locales reportaron que las autoridades de Trinidad y Tobago confirmaron a principios de junio, el hallazgo de los cuerpos sin vida de tres mujeres venezolanas, que tendrían entre 15 y 25 años, en dos procedimientos aislados.
El primer caso corresponde a Valerie Marie Valentina Parra, una madre venezolana de 20 años de edad, oriunda de San Félix, estado Bolívar, quien fue reportada como desaparecida desde el 23 de junio.
Aunque su familia en Venezuela emprendió una búsqueda tras darse a conocer su desaparición, su cadáver fue hallado en Trinidad y Tobago.
Hasta el momento no se han precisado detalles sobre el móvil o las circunstancias del crimen.
En un segundo procedimiento, funcionarios de la Unidad Nacional de Operaciones Especiales de Trinidad y Tobago encontraron el 25 de junio los cuerpos de otras dos mujeres, presuntamente venezolanas, enterrados en fosas poco profundas dentro de una parcela agrícola ubicada cerca de Line Road Extension, adyacente a Warren Road, en Bejucal.
El descubrimiento ocurrió cuando los efectivos, que patrullaban la zona, notaron pasto aplastado y tierra removida. Tras excavar unos 10 minutos, hallaron los cadáveres.
¿Cómo operan estos grupos?
En conversación con este portal, un experto en seguridad venezolano que pidió reservar su identidad debido a las implicaciones del tema, destacó que las venezolanas van a Trinidad y Tobago impulsadas por la crisis económica que hay en Venezuela.
«Muchas de esas mujeres van a trabajar en el mundo de la prostitución. Algunas van a conciencia de lo que van a hacer allá, sin embargo, un gran porcentaje terminan siendo víctimas del engaño de redes de trata de personas que existen entre Venezuela y Trinidad y Tobago.
Se trata regularmente de mujeres pobres, buena parte de ella de estados cercanos a Trinidad, como Sucre y Delta Amacuro, pero otras van desde distintas regiones del país».
Enfatizó que esas bandas de trata de personas hacia Trinidad y Tobago operan principalmente en Sucre y Delta Amacuro: «Desde allí parten la mayoría de embarcaciones que trasladan migrantes hacia esa isla».
En el estado Delta Amacuro se llevan a cabo los «secuestros que aseguran el sostenimiento de la trata de personas entre Venezuela y su vecino insular», según un informe publicado en 2020 por el doctor Cleophas Justine Pierre, investigador especializado en temas relacionados con trata de personas y director de investigación y desarrollo empresarial de Dunn, Pierre, Barnett and Company Canada Ltd.
En su informe, Pierre afirmó que Robert Alcalá, quien entonces ocupaba el cargo de diputado en la Asamblea Nacional por el estado Sucre, advirtió que «existía una cooperación entre funcionarios militares y grupos criminales para secuestrar víctimas en el municipio de Tucupita, en Delta Amacuro, para luego venderlas en Trinidad y Tobago».
Con la ayuda de Nayrobis Rodríguez, periodista e investigadora, Pierre descubrió que, en dos municipios del mismo estado, Casacoima y Antonia Díaz, se habían producido secuestros vinculados a este comercio.
El estudio también demuestra que el 43 % de las personas que son traficadas de Venezuela a Trinidad y Tobago salen desde Sucre.
«En dicho estado, los traficantes suelen dedicarse a reclutar adolescentes a lo largo de la costa, en ciudades como Cumaná y Carúpano», reseñó Caracas Chronicles con base en una fuente anónima que estaba encargada de falsificar pasaportes para quienes intentan salir ilegalmente del país.
El Cooperante/Anaisa Rodríguez