
Brasil denunció este lunes la creciente presencia militar de Estados Unidos en aguas del Caribe, justo en medio de una escalada de tensiones con Venezuela, que al mismo tiempo reforzó el despliegue de tropas en sus fronteras.
Washington movilizó buques de guerra con unos 4.000 marines en la zona cercana a Venezuela y, durante el fin de semana, envió una decena de cazas F-35 a Puerto Rico dentro de un operativo contra el narcotráfico.
Al abrir una reunión virtual de los BRICS, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva cuestionó esa maniobra militar.
“La presencia de fuerzas armadas de la mayor potencia en el mar Caribe es un factor de tensión incompatible con la vocación pacífica de esta región”, afirmó.
En el encuentro también participaron sus homólogos chino y ruso, Xi Jinping y Vladimir Putin, ambos aliados de Nicolás Maduro.
El movimiento militar estadounidense coincidió con el aumento a 50 millones de dólares de la recompensa por la captura del presidente Nicolás Maduro, acusado por Washington de liderar el Cártel de los Soles.