En plena escalada contra los carteles latinoamericanos por parte del Gobierno estadounidense de Donald Trump, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, tomó postura, desde Yakarta, la primera parada de su gira por el Sudeste Asiático.
«Antes de juzgar a alguien, antes de castigar a alguien, hay que tener pruebas. No se puede simplemente decir que se va a invadir, que se va a combatir el narcotráfico en territorio ajeno, sin tener en cuenta la constitución de otros países, la autodeterminación de los pueblos, la soberanía territorial de cada país», afirmó el líder brasileño.
«Hacer algo juntos»
Bajo el argumento de combatir el narcotráfico, la potencia norteamericana ha escalado su ofensiva contra carteles latinoamericanos que considera terroristas y a quienes ha declarado un «conflicto armado directo» por el que justifica sus acciones militares en aguas internacionales.
«Si el presidente Trump quiere hablar de este tema conmigo, tendré el inmenso placer de discutirlo con él. Un inmenso placer. Este y otros temas», aseveró el líder brasileño, quien no se descarta que se reúna con Trump cuando ambos coincidan en Kuala Lumpur este fin de semana.
«Es mucho mejor que EE.UU. esté dispuesto a dialogar con la Policía de nuestros países, con las comunidades de Justicia de cada país, para que podamos hacer algo juntos«, añadió Lula, quien como Trump participará en la cumbre de líderes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) en Kuala Lumpur.
Venezuela, Colombia, Brasil, México…
Las palabras de Lula sobre la lucha contra el narcotráfico se producen cuando el Ejército estadounidense asegura haber hundido nueve embarcaciones en aguas del Caribe y del Pacífico, en una nueva etapa de su guerra contra las drogas. Y luego de que el senador brasileño Flávio Bolsonaro, hijo del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro, sugiriera este jueves (23.10.2025) que Estados Unidos bombardee también embarcaciones en Rio de Janeiro para combatir el narcotráfico, como lo ha hecho en el Caribe y en el Pacífico.
El aumento de tensiones empezó en agosto con el despliegue de buques del Ejército de EE.UU. en el Caribe y con Venezuela en el punto de mira, pero ya se ha extendido a aguas del Pacífico, involucrando a Colombia.
Tanto el Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela como el de Gustavo Petro en Colombia, ambos acusados por Trump de narcotraficantes, han denunciado los ataques a las lanchas como asesinatos y ejecuciones extrajudiciales. Decenas de ONG, como Amnistía Internacional, también han cuestionado las acciones de Estados Unidos.
Meses atrás, en abril, la prensa estadounidense había informado que el Gobierno de Trump estaba considerando usar drones contra los cárteles del narcotráfico en México, los primeros designados como organizaciones terroristas por el presidente de EE. UU., apenas asumir el cargo.
DW Actualidad
