Carmen Carrillo
Este martes los devotos de la Virgen de la Chiquinquira celebrarán 316 años de su aparición. Todos los zulianos están de júbilo, no importa en qué parte del mundo se encuentren.
Escrito esto para que me cubra la Virgen con su manto, paso a hacer una aclaratoria.
Me había propuesto no escribir sobre la política local del estado Bolívar por que en verdad no hay muchas cosas buenas que decir.
Allá se vive ensayando a ver quién es más malo o quién es peor y además se opta por hablar con seudónimo para caerle a palo limpio a la gente y claro cómo se defiende cualquiera de un encapuchado. Eso no es posible.
Pero hay cosas que simplemente rompen toda lógica. Por ejemplo el exgobernador Jorge Carvajal Morales quien parece andar en campaña, dirige su discurso a un público cautivo quien escucha el mismo cuento hace 27 años, en 1998, cuando llegó por última vez al poder en el estado Bolívar.
Jorge les habla a los amigos de la tercera edad, a los jubilados, a los pensionados, a los discapacitados y es que no puede hablarle a más nadie porque primero no lo entenderían y segundo él no tiene nada nuevo que decir.
Supongo yo que Jorge se enfrentará en las “internas” de la “oposición” con el otro “eterno” candidato Andrés Velásquez. Serán dos “abuelos” candidatos.
Eso sin incluir a César Ramírez, quien se cambia de partido político como quien cambia de camisa; o a Raúl Yusef, o a Freddy Valera.
O a los “nuevos aspirantes”, el inefable de Carlos Gibson, que Dios le guarde esa boca y nunca le quite el bozal porque ese señor es un insulto a la educación y a la correcta expresión.
Y sin olvidar claro a Luis Cedeño, quien debería patentar su imagen como disfraz para carnaval donde seguro se gana unos reales porque es la propia mentira andando puesto que él tenía “un millón de amigos” y no llegó ni a tres mil votos en las pasadas elecciones regionales.
¿Y cómo está el Psuv?
Dicho esto de los amigos de oposición, puedo referirme con tranquilidad a la situación interna del Psuv, que desde el 2000 cuando llegó Antonio Rojas a la Gobernación de Bolívar sigue siendo la misma.
Me explico: En esa época era el MVR y ahora es el Psuv pero siempre fue el mismo proceso.
Gobernador del chavismo que llegaba lo primero que hacía era iniciar acciones de destrucción del partido. Rojas Suárez lo intentó y no lo logró.
Luego Rangel Gómez comenzó el mismo trajín y fue efectivo porque tuvo 11 o 12 largos años para aplicar prácticas del Mossad, de inteligencia, de contrainteligencia, en fin, decir que Rangel es bruto es ser miserable porque el ahora ex gobernador, para siempre por cierto, no es lo suficientemente bueno como debió ser pero no es bruto.
Él si lo logró. Cuando le entregó la gobernación y el partido a ese otro prócer militar de nombre Justo Noguera (alias el papá), lo primero estaba andando mientras lo segundo, el partido, estaba como el hombre que tiene una espada en el pecho: Si se la dejas se muere y sí se la sacas también.
Justo Noguera llegó y acabó con la gobernación, por completo, y con el partido no se metió porque no existía: Habían quedado después de la gestión anterior como cucarachas en fiesta con insecticida o como bachacos sin antenas.
Los que habían sobrevivido y eran de Rangel Gómez, hicieron mutis por el foro y desaparecieron.
Así pues el tiempo de Noguera Pietri en el estado Bolívar fue igual a nada. Cero en la gobernación y cero en el partido, porque la CVG y las empresas básicas, bajo su comando, ya estaban acabadas, gracias a su “exitoso” trabajo.
Es que siempre he dicho que Chávez y Nicolás nunca quisieron al estado Bolívar porque siempre mandaron lo peor de lo peor, a menos claro que los malos seamos nosotros y quienes llegaban sólo extendían la vaina. Todo es posible, al final.
Y llegamos al gobierno del primer civil en el estado Bolívar, sindicalista y para más señas pana de Nicolás Maduro: Ángel Marcano.
Marcanín llegó como todo funcionario nuevo haciendo más ruido que carro viejo pero como carro viejo al fin se fue quedando en la vía.
Su preocupación era dónde se jugaría este fin de semana el arte del pico y la espuela y por supuesto, su banda de Alcasa, perdón, sus amigos, quienes siempre andaba en las mismas ocupaciones que él; catando licores mayores de edad y haciendo sancocho.
Al final eran trabajadores alcasianos disfrutando sus fines de semana, no importando para nada la gestión pública.
Cerramos esto con el arribo de la Tata quien ahora quiere ser identificada como Yulisbeth García, de la Tata nada, no señor. La señora se jugó un Kino y se sacó el premio mayor y anda en eso.
Pero, pero, desde hace una semana anda rodando un video donde el equipo de Alcasa, (Ángel Marcano) todo, (sólo falta José Ramón Rivero quien está exiliado en Hungría como embajador), denuncia nada más y nada menos que a la vicepresidenta Delcy Rodríguez.
Pedro Perales, de Venalum lleva la voz cantante pero en el cónclave aparece hasta el hijo del galeronista de San Félix y no es Jin Jin, aclaro; aparece el amigo Alfredo Spooner; el llamado “pelo e cochino” cuyo nombre de cédula no recuerdo, perdón, todo el grupo de Marcano y por una esquina se puede escuchar en algún momento el nombre del jefe del Psuv, Eduardo Piñate.
Esta gente, el grupo anterior, asegura que los trabajadores no tienen beneficios laborales, porque Delcy se los quitó y que ellos no están contentos con la llamada Constituyente Obrera.
Del grupo de Delcy contraatacaron y vincularon a los sindicalistas con la banda de Tarek El Aissami y con el presidente preso de la CVG.
Así pues insultos fueron y vinieron y la gobernadora de Bolívar, aunque es de Upata quiso hacerse la que no entendía nada y no sabía nada.
Este sábado estuvo Diosdado Cabello en Bolívar en el evento de apoyo masivo a Nicolás Maduro y de rechazo contra la invasión gringa.
En plena tarima y vía televisión denunció que había unos compañeritos echando vaina en muy mal momento.
Conminó a la gobernadora a que echara el cuento pero la Tata se hizo la “modosita” al punto que Diosdado se enfureció y la obligó y la mujer musitó la historia, con cierta dificultad, porque ella no es precisamente un “pico de plata político”.
Al final Diosdado anunció que se había “echado” al saboteador. Todos quedaron como pajarito en grama, viendo de lado y lado, y nadie entendía pero tampoco preguntaba, en el partido saben que ser curioso es peligroso.
Por curiosidad pregunté y primero me dijeron que el “botado” era un militar pero me pareció que no tenía lógica; después asomaron que sería Eduardo Piñate pero no se confirmó y por último dijeron que se trataba de Richard Rosas, el que renunció a la secretaría general de la gobernación de Bolívar hace un poco más de tres meses porque “había sido llamado de Caracas para contar en el mundo la situación de Venezuela”.
Richard Rosas es diputado del Psuv y cuando Diosdado dice que se “lo echó” uno no sabe si fue que lo sacó de Bolívar, lo regañó o lo sacó de la diputación porque el partido es el dueño de las curules, no el electo con los votos del pueblo.
Richard siempre ha sido un muchacho con suerte. Llegó a su primer cargo de elección popular, de la mano del “gago” José Ramón López, (ex alcalde de Caroní y ahora restaurantero y licorero exitoso) pero eso no ha impedido que él mismo (Richard) se sabotee y siempre ande por las esquinas esforzándose en meter la pata.
Al que se le ocurrió en estos momentos cazar esa pelea con una integrante del equipo chiquito de Maduro en verdad le falta ácido fólico o en todo caso para no ser cruel, es prófugo del ácido fólico, porque es mejor pensar eso que creer que en el chavismo hay quienes le siguen el cuento chino a María Corina Machado, que ya llegan los marines.
