Jiuquan.-(Xinhua) — China lanzó hoy martes la nave espacial Shenzhou-22 con el propósito de proporcionar un vehículo de retorno para los tres astronautas de la misión Shenzhou-21 que se encuentran en órbita.
Con este importante acontecimiento se descubrió de manera exitosa la primera misión de lanzamiento de emergencia del programa espacial tripulado del país.
La nave espacial, dispuesta en la parte superior de un cohete portador Gran Marcha-2F Y22, despegó del Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan, en el noroeste de China, a las 12:11 (hora de Beijing), según la Agencia de Vuelos Espaciales Tripulados de China (CMSA, por sus siglas en inglés).
Aproximadamente diez minutos después del despegue, la nave se separó del cohete que la transportaba y entró en su órbita designada. La CMSA declaró la misión como un éxito total.
Una vez en dicha órbita, realizó una maniobra de encuentro y acoplamiento rápido y autónomo con el puerto frontal del módulo central Tianhe de la estación espacial a las 15:50 (hora de Beijing), informó la agencia.
Shenzhou-22, que vuela sin tripulación a bordo, lleva una carga compuesta por alimentos para consumir en el espacio, suministros médicos, frutas y verduras frescas, así como dispositivos que se emplearán en la reparación de la ventana agrietada de la nave Shenzhou-20.
El lanzamiento de la nueva nave se produjo tras el regreso a la Tierra el 14 de noviembre de los tres astronautas de la misión Shenzhou-20, a bordo de la nave Shenzhou-21.
La misión para traer de vuelta al trío de Shenzhou-20, inicialmente programada para el 5 de noviembre en la nave del mismo nombre, se retrasó tras un posible impacto de residuos en la ventana de la cápsula de retorno de esta nave.
Al cohete Gran Marcha-2F Y22 y la nave espacial Shenzhou-22, que ya se encontraban en espera en el sitio designado para su despegue, se les preparó rápidamente para este lanzamiento de emergencia.
Tras la puesta en marcha del plan de contingencia, todos los equipos involucrados en el proyecto mantuvieron un enfoque sereno y metódico.
La totalidad de las unidades de investigación y pruebas participantes colaboraron en una serie de tareas críticas que finalizaron en un lapso de 20 días, las cuales incluyeron la evaluación de riesgos, el análisis de soluciones y la toma de decisiones, el despliegue de personal y material, el regreso de la tripulación a bordo de una nave de reemplazo, así como un lanzamiento de emergencia.
De este modo, se ha dado un ejemplo de primera clase en cuanto a la gestión de una emergencia presentada en órbita, destacó la CMSA.
Asimismo, señaló que el éxito de esta misión demostró plenamente las fortalezas del nuevo sistema chino para movilizar recursos a nivel nacional.
En aras de ahorrar tiempo, el sitio de lanzamiento simplificó los procedimientos, explicó Liu Feng, experto de la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China (CASC, por sus siglas en inglés),y subrayó que tres aspectos del sistema de cohetes, como son el principio de prioridad para la vida y la seguridad, las especificaciones técnicas fundamentales del cohete, y el plan de vuelo general, permanecieron sin cambios en esta misión de emergencia.
Desde la misión Shenzhou-12, los vuelos espaciales tripulados de China han adoptado un modelo de «respaldo continuo» que contempla una combinación de nave espacial y cohete para el lanzamiento, y otra combinación designada como respaldo para cada misión.
De esta manera, se garantiza que una combinación de vehículo de lanzamiento y nave espacial de soporte esté siempre en espera, lista para entrar en operación rápidamente ante una misión de rescate de emergencia en la estación espacial.
«Como primera nave del nuevo lote, Shenzhou-22 incorpora mejoras que abarcan su sistema de instrumentación, espacio para la instalación de carga útil y componentes electrónicos», comentó Diao Weihe, experto del CASC.
La nueva nave enviada al espacio servirá más tarde como vehículo de retorno para los tres astronautas de la misión Shenzhou-21, que actualmente permanecen en órbita y quienes viajaron a bordo de la nave Shenzhou-21 el 31 de octubre.
Se espera que regresen a la Tierra después de completar una misión de seis meses. Esta tripulación se encuentra en buen estado y desarrolla sus tareas en órbita de conformidad con lo previsto, confirma la CMSA.
