Un equipo científico del ETH Zúrich presentó un avance en el uso de microrobots magnéticos diseñados para desplazarse por los vasos sanguíneos y liberar medicamentos en zonas específicas del organismo.
La propuesta busca reducir los efectos secundarios de tratamientos convencionales y aumentar la eficacia de terapias dirigidas.
Cómo funcionan los microrobots
Las cápsulas, de apenas 1,69 mm de diámetro, están hechas de una matriz de gelatina que incluye nanopartículas de óxido de hierro, tántalo para seguimiento radiológico y el fármaco a aplicar.
Mediante un sistema de navegación electromagnético llamado Navion, los médicos pueden controlar el movimiento de estas cápsulas como si fueran vehículos teledirigidos, hasta llegar al punto exacto donde deben actuar.
Aplicaciones médicas futuras
En pruebas iniciales, los microrobots lograron transportar rtPA, un potente medicamento para disolver trombos, restaurando el flujo sanguíneo en menos de 20 minutos.
Los investigadores prevén que en tres a cinco años podrían iniciar ensayos clínicos en humanos, con aplicaciones potenciales en el tratamiento de aneurismas, malformaciones arteriovenosas y cáncer cerebral.
Este avance abre la puerta a una nueva era de la medicina personalizada, donde los tratamientos no se dispersan por todo el cuerpo, sino que llegan justo al lugar donde se necesitan. Los microrobots podrían convertirse en aliados invisibles que transformen la forma en que entendemos la salud y la tecnología aplicada al bienestar humano.
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