Argentina se despertó con la noticia de que Su Santidad Francisco había fallecido. Había sorpresa porque ayer domingo de Resurrección lo habían visto salir a saludar.
Este domingo fue un día muy importante porque además de celebrarse la Pascua Católica, se celebraba la Pascua Ortodoxa, cosa que ocurre cada cuatro años y Su Santidad siempre trabajó en función de la unión de las religiones, porque después de todo Dios es uno solo aunque tenga distintos nombres.
En la Basílica San José de Flores, en la parroquia Flores en el conurbano de Buenos Aires, la gente entraba y salía cada momento.
Allí en ese recinto religioso, Jorge Bergoglio, como fue conocido antes de llegar a ser Su Santidad escuchó el llamado de Dios y se convirtió en pastor de personas como siempre precisaba.
El presidente Javier Milei decretó siete días de duelo nacional mientras en El Vaticano se declaró sede vacante.
Serán dos semanas de actos litúrgicos para despedir al tercer Papa más longevo, el primer argentino o como dicen aquí en Argentina, el argentino más importante de la historia.
Jorge Bergoglio comenzó su carrera en las iglesias de las villas, zonas populares marginales de Buenos Aires. Era lo que se denomina un cura villero.
Estudió toda su vida en la escuela pública argentina como dejaba en claro Su Santidad y dedicó su ministerio a la persona. Para él todos somos personas por lo tanto nadie puede ser marginado.
Todos los representantes políticos dieron su opinión sobre el fallecimiento de Francisco, quien por cierto nunca vino a Argentina para evitar vinculaciones partidistas.
Eso sí, los distintos colectivos políticos, empresariales, sindicales, argentinos en general siempre fueron visitantes asiduos de la casa de Su Santidad en el Vaticano.
Llegó a convertirse en el primer Papa latinoamericano en el 2013 y estuvo 12 años al frente de su ministerio. Falleció a los 88 años de edad.
Ahora en el Vaticano se preparan para el llamado cónclave papal donde los cardenales de la iglesia católica escogerán al próximo representante de Dios en la tierra, al nuevo San Pedro.
Mientras tanto aquí en Argentina el argentino llano lo recuerda con cariño. Pero además está convencido que, por ahora, será el argentino más importante de la historia del país.
Carmen Carrillo