La final de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA no solo consagró al Chelsea FC como campeón tras vencer 3-0 al PSG, sino que también estuvo marcada por la presencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien protagonizó varios momentos incómodos durante la ceremonia de premiación en el MetLife Stadium.
El mandatario fue abucheado en dos ocasiones: primero, cuando apareció en las pantallas del estadio durante la interpretación del himno nacional, y luego al subir al escenario junto al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, para entregar el trofeo al equipo inglés.
A pesar de la reacción del público, Trump se mantuvo sonriente y participó activamente en la entrega de medallas, incluso permaneciendo sobre el escenario durante toda la celebración del Chelsea.
Trump se negó a abandonar el escenario, incluso después de entregar el trofeo al capitán Reece James.
La escena generó sorpresa entre los jugadores, especialmente en Cole Palmer, figura del encuentro, quien fue captado aparentemente murmurando: “¿Qué está haciendo?”.
Según reseñaron medios como The Guardian, Daily Mail y The Sun, el capitán Reece James, llegó incluso a pedirle espacio al presidente para levantar el trofeo.
Algunos futbolistas, como Cole Palmer y Robert Sánchez, interactuaron con Trump durante los festejos, generando imágenes inusuales que rápidamente se viralizaron en redes sociales.
Seguridad presidencial
La seguridad fue una de las más estrictas vistas en un evento deportivo en años recientes.
Agentes del Servicio Secreto y francotiradores custodiaron el estadio, mientras que el acceso del público fue lento debido a los controles reforzados.
La entrada de la comitiva presidencial se realizó por una zona restringida, separada de los jugadores.
Trump, que ha hecho de su presencia en eventos deportivos una constante desde que regresó al poder, mantuvo una sonrisa durante toda la premiación, pese a los abucheos que recibió en varios momentos de la jornada, incluido durante la interpretación del himno nacional.
La aparición del mandatario en el estadio se produjo justo un año después del intento de asesinato que sufrió en un acto en Pensilvania, un episodio que reforzó su seguridad en todos los eventos públicos.
Esta vez, el presidente llegó en el helicóptero Marine One, acompañado por la primera dama Melania Trump, y se ubicó en el palco junto a Gianni Infantino, el exjugador de la NFL Tom Brady y otras figuras políticas y empresariales cercanas a su entorno.
Trump ha estrechado vínculos con la FIFA desde que Estados Unidos fue designado como sede del nuevo Mundial de Clubes y del Mundial de 2026.
Infantino ha calificado su relación con el mandatario como “clave” para el crecimiento del fútbol global. En una muestra de esa cercanía, el trofeo del Mundial de Clubes fue entregado simbólicamente a Trump a principios de año y ha permanecido exhibido en el Despacho Oval.
El Cooperante/Foto AP