Lima.-(Xinhua) — Perú recibió oficialmente este viernes un total de 133 bienes culturales que fueron repatriados en meses pasados desde Bélgica, Colombia, Suecia, Suiza y Estados Unidos, como parte de la segunda ceremonia oficial de entrega de piezas patrimoniales del año 2025.
La cancillería informó en un comunicado que los bienes fueron recuperados a través de su red de embajadas y consulados, y entregados al Ministerio de Cultura para su conservación y puesta en valor, lo que reafirma el compromiso del país con la protección y repatriación de su patrimonio cultural.
Entre las piezas restituidas destaca un altar barroco cusqueño tallado en cedro en el siglo XVII por la Orden de los Dominicos en la hacienda Llaccho, en Cusco; el mismo fue repatriado desde Suecia por decisión voluntaria de la familia Gripmar, que lo conservó durante décadas en ese país.
Las autoridades peruanas detallaron que el traslado del altar cumplió estrictos protocolos de conservación y fue entregado a la cancillería el pasado 15 de mayo.
Además de esta pieza monumental, otros 132 bienes arqueológicos que representan la diversidad del antiguo Perú, fueron recuperados desde Bélgica, Colombia, Estados Unidos y Suiza, gracias a las devoluciones realizadas por ciudadanos particulares y el Museo de Arte e Historia de La Neuveville, en Suiza.
Las piezas pertenecen a estilos culturales como Nasca, Tiahuanaco, Lambayeque, Chancay, Chimú e Inca, así como estilos regionales de gran valor como Recuay, Vicús, Huaura, Pativilca, Lauri y Teatino; así como bienes de la Costa Central, del periodo Colonial y Paracas.
El conjunto incluye objetos de cerámica como cántaros, botellas, esculturas, platos, cuencos, ollas y fragmentos decorados, con una predominancia de piezas del estilo Chancay.
Asimismo, se recuperó una máscara ritual de estilo Lambayeque hecha en aleación de plata, en buen estado de conservación.
También hay textiles repatriados como honda, fajas y fragmentos, incluyendo tres ejemplares de las denominadas «falsas cabezas», que eran utilizados en entierros prehispánicos.
En material lítico se destacan tres esculturas zoomorfas incas conocidas como conopas, empleadas en rituales de fertilidad.
También retornaron proyectiles, boleadoras, herramientas rituales, instrumentos de textilería como husos y espadas de madera, y un kero o vaso ceremonial que data del periodo Transicional entre los siglos XVI y XVII.