Carmen Carrillo
Donald Trump ha dado la orden para acabar con cuatro narcolanchas. Es más, han muerto ya 17 personas y afortunadamente han destruido la carga maldita de drogas, excepto unas poquitas bolsitas que “atrapó” la Guardia Costera del estado 51 de la Unión, República Dominicana.
¡Cómo estarán de preocupados en la DEA! Se pueden quedar sin trabajo, después de todo ese es el oficio de ellos, atrapar narcos e incautar sustancias.
Estamos a 22 de septiembre y ya llevamos 20 días en esta tornavolta como la del paso de Magallanes al sur del continente latinoamericano.
Yo estoy muy feliz porque el 60 por ciento de los venezolanos quiere que saquen a Nicolás Maduro y a los 20 jefes más importantes del “narcogobierno terrorista”.
Ese 60% son los mismos que cuando Chávez fue candidato salieron en masa a apoyarlo. Esos lodos trajeron estos barros. En 1999 se equivocaron pero ahora no. María Corina, Donald Trump y Marco Rubio son sus héroes. Me parece fantástico.
Ojalá pronto, como dicen los “expertos” miembros del cuerpo de asesores del gobierno de Trump o ex marines latinoamericanos, se hagan las “extracciones” como explican con tanta propiedad, como si se tratara del guión de una película de Hollywood.
O mejor las acciones quirúrgicas. Es decir, si Maduro y su gobierno están reunidos en algún bunker, o en túneles como los de Hamas en Gaza, los norteamericanos, gracias a los satélites y a los drones, sabrán donde enviar los misiles y así no habrá daños colaterales, otra de las expresiones de los venezolanos que esperan estas acciones.
O quien sabe, ese incentivo de 50 millones de dólares, también podría ser el aceite que afloje los tornillos de alguno del entorno del madurismo. No hay que perder la esperanza.
Mientras tanto el mundo sigue avanzando y nosotros los venezolanos hace tiempo nos bajamos de ese tren.
Claro, los Godos que impulsaron la insurgencia de Chávez, estaban convencidos que CAP II era incontrolable, que sería más fácil manejar un militar.
Y miren, ustedes pues, les salió el tiro por la culata. Al militar ya lo manejaba otro: Fidel Castro, quien actuando como un “tercerizado” de los gringos (ojo esta idea no es original mía, es de un amigo pero tiene lógica) hundió a Venezuela en el desorden, el caos y el desastre.
Es que el gran drama de América Latina han sido sus élites. Para empezar muchos de ellos en verdad creían ser descendientes de dioses como los que nos colonizaron y les fue difícil aceptar que los habitantes de esas naciones colonizadas podían llegar a tener derechos.
Gracias a las religiones (para no excluir a ninguna) y a la izquierda, o como diría Eduardo Galeano en Las venas abiertas de América Latina, hemos sido sometidos por el imperialismo, aunque hay que aclarar que según sus criterios, hay un imperialismo bueno y hay uno malo.
Hemos tenido mala suerte en América Latina, sólo nos han tocado malos. En fin.
Comienza una nueva etapa en el país. Lo bueno de lo malo es que no nos han bombardeado, todavía como en Iraq (la antigua Mesopotamia, cuna de la civilización).
Pero eso no importa, pasamos directo a la parte donde nos matan a pellizquitos, donde todo se dificulta, donde una gringa como vocera de Trump nos llama desde delincuentes hasta narcotraficantes, una tipa cuyo único mérito, seguramente debe haber sido, ser amiga de alguien del equipo de Trump porque no se puede ser tan ignorante y seguir como si nada.
Estamos en la etapa en que alguien como Marco Rubio o María Elvira Salazar, cubanos de segunda generación, o sea nativos de Estados Unidos pero hijos de cubano, sustituyen a Fidel Castro y ahora se empeñan en destruir lo que ha construido el chavismo, que no ha sido más que la repetición de estructuras sociales donde hay una oligarquía nacida a la vera del Estado y han generado una generación de venezolanos, que tienen que tratar de sobrevivir todos los días.
La pregunta lógica que cabe en todo esto: ¿Acaso matar a 17 personas aunque sean narcos que salieron de Venezuela, según Trump y Marco Rubio, está bien? ¿Dónde está el debido proceso? ¿Los derechos humanos? Ah, es que sólo los norteamericanos o estadounidenses tienen de esos, los demás no.
No defiendo a los narcos pero temo mucho que mañana comiencen a bombardear ya no a narcos sino a seres de otros países porque me caen mal o me parece que no tienen derecho a vivir.
Algo así como lo que hace Netanyahu en Gaza, donde ahora inicia acciones de exterminación y ojo, apoyo ciento por ciento a Israel, lo que ocurrió el 7 de octubre del 2023 fue una masacre pero no se puede actuar del mismo modo porque entonces no hay mucha diferencia. Termina uno pensando en que no hay bandos para ubicarse.