¿Cómo se acaba un país? Así como lo están haciendo María Corina Machado Parisca y Nicolás Maduro Moros. Exactamente como lo están haciendo. Es necesario colocar ambos apellidos en los dos casos para que nadie de su familia quede por fuera.
Versión chavista: Estamos preparados para enfrentar al imperio. El país está alzado en armas. No podrán con nosotros. Todo eso en medio de manifestaciones de jóvenes que ahora «aman» a Nicolás y están dispuestos a morir por su patria. Así estará de jodida la vaina que no importa cómo se muera, total eso va a pasar, por un misil o por cualquier cosa.
Lo impresionante de esto es como los jóvenes están anímicamente convencidos de que eso es lo correcto.
Versión radical: María Corina Machado ha ofrecido el oro y el moro. Resucitó al «cadáver» de Leopoldo que junto a su mabitosa esposa ha descubierto que la economía del futuro son las ONG, por eso puede inaugurar una universidad en El Congo, ¿Qué tal? Mientras la doña con problemas de profundidad mental suplica, pide, se arrodilla, llama a que invadan el país, es más ella se ofrece de piloto para lanzar el primer misil.
En un interín sostiene un «encuentro con inversionistas» para traer capital al país. Claro, uno no sabe a cuál país porque un país destruido difícilmente consigue recursos, lo que puede pasar es que consiga préstamos como el famoso Plan Marshall que se usó para reconstruir Europa después de la segunda guerra mundial.
Ojo, ese dinero no fue regalado. Los países tuvieron que pagar con bases para la OTAN, entre otras cositas.
Venezuela, seguro, de acuerdo a la tesis de María Corina pagará con petróleo (estamos a 5 años del 2030, que exige una baja en el uso del combustible fósil, o sea el petróleo, y nosotros de eso tenemos demás). Podría pasar que muramos de hambre sobre pozos petróleo, pero eso no importa, María Corina y su claqué no están entre esos candidatos. Los jóvenes de Maduro y sus familias si porque a Maduro y a su claqué tampoco le alcanzará esa realidad.
También podrá pagar con oro, tierras raras, coltan, etc. Lo bueno es que bajo el gobierno de María Corina no habrá daños a la naturaleza como era antes de que llegara el chavismo, (sí Luis ponte a creer) porque el chavismo consiguió toda la minería del oro bien ordenadita. Y sigue igualita porque todas las semanas mueren mineros en el interior de alguna mina. Aplastado. Y ya van 25 años de dominio chavista y eso no cambia.
¿Invadirá Estados Unidos a Venezuela?, eso dependerá del Informe Epstein, que llega al Congreso esta semana que viene. Hay pruebas suficientes que Donald Trump era un cliente regular de este prestador de servicios sexuales empresariales como lo fue el señor Jeffrey Epstein, convenientemente «suicidado» en una instalación carcelaria de Nueva York, donde nunca había ocurrido algo así.
El ex príncipe Andrés, hermano del Rey Carlos de Inglaterra perdió sus privilegios porque él tenía el mismo gusto que Donald Trump y también era pana de Epstein. La «madre Patria» en este caso Inglaterra fue terminante. ¿Por qué creer que el Congreso en Estados Unidos hará algo distinto?
El país que quede después de la invasión, que ya casi quiero que sea cierto para acabar con esta agonía y tener como despreciar aún más a los venezolanos, mis hermanos, que están convencidos que esa es la salida, será una fotografía de Iraq, Kuwait, El Líbano, casualmente países petroleros que no se supeditaron con facilidad ante el Hegemón como llama la izquierda a Estados Unidos.
Y pensar que toda esa vaina comenzó cuando Carlos Andrés Pérez con todo y su locura le puso un parao a la godarria caraqueña. A partir de allí se inició la destrucción de mi país, porque los godos creyeron que era más fácil manejar a un militar que a un político, bueno y aquí estamos.
Carmen Carrillo