Este 23 de noviembre, el Instituto Universitario Politécnico de Guayana (IUPEG), actual Universidad Nacional Experimental Politécnica (Unexpo) Vicerrectorado Puerto Ordaz, celebró su 54º aniversario.
Fundado en 1971, el Politécnico de Guayana, considerado la huella de la ingeniería guayanesa, nació con una misión clara: suplir la necesidad de ingenieros y profesionales técnicos altamente calificados que demandaba el pujante desarrollo industrial de Ciudad Guayana.
A lo largo de más de cinco décadas, este instituto se convirtió en la cuna de especialidades vitales como la Ingeniería Mecánica, Eléctrica y Metalúrgica; y que, más tarde, sumaría Industrial y Electrónica.
Cabe destacar que el verdadero aniversario no está plasmado en los libros de historia, sino en las trayectorias de sus egresados.
Ellos son la mejor evidencia de una formación que siempre priorizó la práctica rigurosa, el pensamiento crítico y la ética profesional por encima de todo.
Legado
En este aniversario, se muestra cómo su legado sigue presente en sus egresados. Es por ello, que se conversó con los Ingenieros Mecánicos Gary Bejarano y Abraham Rodríguez, ambos pertenecientes a la XV Promoción del IUPEG, quienes manifestaron qué significa ser parte de la trayectoria de la “Universidad Técnica del Estado Venezolano”.
Para Gary Bejarano, representa una impronta que ha marcado no solo su vida profesional sino también académica.
“Toda mi preparación se la debo a los extraordinarios profesores y al pensum que me han impulsado en el campo laboral y personal, porque nos estimularon a pensar. No solamente se trata de conocimiento técnico, sino que te abre la mente y te permite ser analítico en todos los procesos de la vida.»
Mientras que Abraham Rodríguez expresó que, además de sentirse contento por su formación en el IUPEG, su paso por las aulas le dejó amistades que hasta la fecha permanecen presentes.
“Me siento feliz de haber egresado del IUPEG, y también porque en la actualidad interactúo con muchos compañeros acá en Guayana, con los que puedo socializar y recordar las anécdotas del politécnico».
Para ambos, el conocimiento y la excelencia son las palabras fundamentales que definen a un ingeniero formado en la Unexpo, antiguo IUPEG.
Habilidades aprendidas
Tanto Bejarano como Rodríguez contaron que su paso por el Iupeg les brindó muchas herramientas y conocimientos que han podido aplicar en su vida cotidiana.
Resaltaron la calidad de los profesores, el preparatorio que se hacía para ingresar al instituto y que les permitía aprender acerca de las materias principales en la formación como ingenieros: física, química y matemáticas.
Además, señalaron los beneficios del sistema de transporte y comedor, la facilidad de horario para estudiar, el servicio de bibliotecas y, sin dejar de lado, la hermandad entre los compañeros.
Logros y aportes en la industria
Bejarano y Rodríguez, jubilados de la empresa CVG Venalum, cuentan cuáles han sido sus mayores logros y los aportes que dejaron en la estatal, gracias a las herramientas y conocimientos obtenidos tras su paso por el IUPEG.
“Pude proponer mejoras en Venalum que fueron ejecutadas y que, hasta la fecha, funcionan. Eso gracias a la preparación que tuve en el IUPEG. Ingresé después de realizar la pasantía en el área de investigación y desarrollo, pertenecí al área de carbono, donde había equipos que tenían muchos problemas técnicos, incluso de diseño: el sistema de fusión de alquitrán, los transportadores de mezclas, el sistema de transportación de fino; esos equipos realmente pusieron en jaque la planta, dado que la producción de ánodos se vio afectada. Entonces, en el caso de los fundidores, a través de la observación y el análisis de experimentación, propusimos unos cambios de diseños que permitieron elevar hasta en un 70 % el rendimiento de este equipo”, relató.
Al mismo tiempo, destacó la puesta en marcha de la cuarta fracción de la Planta de Carbono. “Esta planta fue diseñada para operar con cinco fracciones, sin embargo, los alemanes que trabajaban para ese momento, habían puesto a funcionar solo tres. Entonces, adecuamos los equipos que estaban sin ser utilizados, hicimos reingeniería y los utilizamos para la cuarta fracción. También lo hicimos para la quinta, solo que no se pudo concretar, debido a los cambios que comenzaron surgir en la estatal”, manifestó.
Por su parte, Abraham Rodríguez recordó que, gracias al excelente conocimiento impartido por los profesores del IUPEG, logró hacer tres pasantías en Venalum, lo que catalogó como una ventaja que le permitió aplicar lo aprendido.
“Trabajé durante 36 años en Venalum, y entre los logros que tuve fue ser parte de las mejoras de las celdas electrolíticas, también en el área de desarrollamiento catódico y, posteriormente, en los últimos años, hice muchos aportes en el área de carbón; entre ellos, el rediseño de piezas de reducción como el casco de T19 de la Quinta linea y la celda B350 que, además, fue desarrollada por varios ingenieros del IUPEG”, rememoró.
Mantener la esencia
Ambos ingenieros extendieron un consejo a los nuevos egresados de la Universidad Nacional Experimental Politécnica “Antonio José de Sucre” (Unexpo) Vicrrectorado Puerto Ordaz:
“Le recomendaría que traten de irse a la aplicación. Hay una gran diferencia entre lo que es la teoría y la aplicación en los procesos. Lo que se intentó para aquel entonces debe seguir realizándose con más ahínco: ingeniero aplicado y especializado en diversas áreas, eso es lo que les dará éxitos en el futuro”, expresó Gary Bejarano
Mientras que Abraham Rodríguez manifestó “es importante que se enfoquen en las nuevas tecnologías, sobre todo, en el área de desarrollo analítico-computacional, como los análisis de elemento finito que son fundamentales para un buen ingeniero mecánico que pueda competir a nivel internacional”.
(Prensa Unexpo VRPOZ / Rosangely Bruces CNP 26.291)
