Carmen Carrillo
Donald Trump todos los días cambia el argumento para mantener el acoso sobre Venezuela.
Comenzó diciendo que era una narconación; luego descubrió que era manejado por un Cartel: el de los Soles; después que era un gobierno ilegítimo según una señora que está mal de la cabeza porque las pruebas no existen (el 40% de las actas, si es que las tiene, no demuestran que ella ganó) y ahora que nosotros los venezolanos les robamos las riquezas a Estados Unidos.
A riesgo de quedarme sin visa americana, Donald Trump parece tener el mismo problema que la señora que está mal de la cabeza, a menos claro, que sea una epidemia y ella se la pegó a él.
Venezuela está sitiada. República Dominicana, Trinidad y Tobago y Puerto Rico, son bases militares desde donde, cuando comience el ataque, partirán los aviones norteamericanos a bombardear Venezuela.
Pero además, la flota norteamericana tiene tomado el mar Caribe y parte del océano pacífico, para que presuntamente no salgan ni ingresen barcos petroleros, ni de ningún tipo con petróleo u otras riquezas que nosotros “los venezolanos le robamos a los gringos”, según Donald Trump.
El espacio aéreo también está tomado por los norteamericanos. La idea es matar a los venezolanos, porque de acuerdo a la señora que está mal de la cabeza, “hay que salir de Maduro así que tendrán que aguantar”.
Menos mal que no ganó porque se imaginan, si el chavismo ha sido abusador, atrabiliario y vengativo, que nos hubiera pasado si gana la doña loca.
Supongo que todo aquel que fue chavista-madurista habría sido fusilado. Yo no tendría ese problema, yo estaría salvada pero no creo que pudiera vivir en un país donde salimos de unos abusadores para entrar en el gobierno de otros abusadores.
Ella como Premio Nobel de la Paz es partidaria de que invadan y ataquen militarmente a su país, Venezuela. Si fue un premio Nobel “sabiamente otorgado”. Yo me pregunto, cuántas razones “pure intelectual” como habría dicho Charles Chaplin recibió el presidente de ese departamento del Nobel.
Espero que haya sido suficiente para que tenga una hermosa vejez. Sí, señor. Gracias a nuestra doña loca y a Marco Rubio que acabó con la Usaid para usarla él a su albedrío.
Ahora si me preguntan, yo creo que Nicolás debe renunciar y entregarle el gobierno a la doña loca no a Edmundo González, él sólo fue un monigote.
Nos evitaríamos el estrés en el que nos encontramos los venezolanos que aún tenemos conciencia; Donald Trump podría tener acceso directo a los recursos que “le robamos los venezolanos a los gringos”; la mamá de María Corina sería presidenta de la Fundación del Niño y con ese “inmenso corazón”, no habría más infancia abandonada, ella no sería Chávez que dijo que acabaría con los niños de la calle pero no precisó cómo.
Magaly Meda debe ir al ministerio de Comunicaciones, tiene un talento natural para decir estupideces y allí estaría bien.
Carlos Blanco, alias Mandrake, sería un magnífico ministro de producción como cuando estuvo en la Copre, donde además de propiciar la descentralización del poder por insistencia de Carlos Andrés Pérez, también conspiró para derrocarlo. Por lo tanto es eficiente. Él podría sustituir a Alex Saab.
La hija de María Corina podría ocupar el cargo de la hija de Diosdado Cabello. Seguro que una ingeniería industrial que es algo así como lo segundo bachiche de la ingeniería, lo primero es el ingeniero químico, con una maestría en administración de empresa, logra muchas cosas.
No se me puede olvidar Omar González Moreno, ese dechado de “pulcritud administrativa” en la extinta Asamblea Legislativa actual Cleb y en la gobernación en tiempos del grupo Chino.
Él podría ocupar el cargo de Diosdado Cabello. Menos mal que estoy fuera del país porque sé que a mí me perseguiría porque si me negué a entregarle un ramo de flores a su esposa cuando él fue presidente de la Asamblea Legislativa ahora Cleb y me botó del periódico donde había empezado a trabajar, imagínense que no me haría desde el Ministerio. Claro al final yo tenía razón, jajaajajaja.
Nico deberías renunciar. Yo creo que sí. Vete a Bielorusia o a Colombia, total yo creo que los venezolanos se merecen lo que les pasa.
Un gobierno de María Corina sería mucho mejor, se acabarían todas las harinas de maíz precocido y quedaría solo Harina Pan; no habría competencia en la producción de salsas, mantequillas, leche, aceite, porque todo volvería a ser de una sola familia.
Tú me preguntas chamo y te digo vete, los venezolanos quieren regresar a su pasado, donde unos pocos nos manejaban la vida.
El delito de los políticos como CAP, Luis Herrera y Jaime Lusinchi fue enfrentarse a la godarria, de la que la doña loca es una conpiscua representante.
Rafael Caldera fue el instrumento de esa clase social y llegamos a Chávez quien les salió chueco y bueno, aquí estamos frente a la armada norteamericana y a todo el poderío militar esperando el tiro de gracia.
Si te vas y dejas a Delcy Eloína Rodríguez de ¿Qué la va a acusar la doña loca y su partner gringo?
Si, Nico, me parece admirable lo que haces, has demostrado más esféricas que nuestra lúcida o lucida oposición, escojan ustedes, pero pienso que es una manera de dejar sin jugadas a quienes lo que quieren es quedarse con el país.
Ahorita le toca a Venezuela y a Honduras, después vendrán por Colombia y México, y así sucesivamente.
El imperio que no es la Estrella de la Muerte, de la Guerra de las Galaxias, podría tener la suerte de contar con Kast, Milei, el de Paraguay, y el enésimo presidente de Perú, escogido sin elecciones, porque terminan todos presos por corruptos.
Al final se cumpliría la tesis de Thomas Jefferson, el primer presidente de Estados Unidos, que fue quien dijo que todo lo que estaba frente a Estados Unidos, atrás y a los costados, eran propiedad de Estados Unidos para mantener a la nueva nación. Monroe no hizo sino ponerle una frase más corta: América para los americanos.
Los que llegaron en el Mayflower huyendo de Inglaterra, con razón, por cierto, exterminaron a los indígenas que encontraron.
Nosotros nos salvamos porque nos descubrieron primero los españoles pero Donald Trump, sólo está poniendo las vainas en orden.
Así que sí, la doña loca, María Corina, tiene razón, debemos atenernos a las consecuencias, o sea morir para que el imperio tome posesión.
